La Guardia Civil investiga si hubo sobrecarga de vatios en la regleta de la residencia de Moncada

«Una anomalía eléctrica en una regleta» o base de enchufes. Esta es, según el informe preliminar de la Guardia Civil, la causa de la tragedia con seis muertos y 15 heridos ocurrida el martes en la residencia de la tercera edad de Moncada.

Como confirman expertos bomberos y guardias civiles consultados por LAS PROVINCIAS, dos son las vías esenciales que se abren en investigaciones de incendios con regletas como origen, el caso de Moncada: la sobrecarga eléctrica o la deficiencia por la mala calidad de la base de enchufe o algún desperfecto sobrevenido, como un golpe o pellizco que deteriore el aparato.

Fuentes de la investigación desvelaron que en la estancia donde se originaron las llamas había, al menos, tres elementos conectados a la red eléctrica: dos camas y un equipo de oxígeno. No ha trascendido, de momento, si estaban conectados a la regleta o directamente a los enchufes de la pared.

¿Qué es una regleta? Lo explica Alberto Capaccioni, oficial del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia y una de las personas que intervino en la emergencia para la extinción: «Se usa cuando no hay suficientes bases de enchufe en la pared y queremos disponer de tomas adicionales. Está compuesta por el cableado y la base multienchufe. Puden ser de tres a muchos más. A veces con interruptor, otras no. A veces protegidas, otras no». La Guardia Civil no ha aclarado, de momento, cuál es la naturaleza técnica del dispositivo que falló.

Segunda clave: ¿Qué produce los fuegos en regletas? Como detalla Cappacioni, la energía eléctrica se usa «para mover motores», pero si generan en la red eléctrica un consumo excesivo «se produce calor y eso puede generar un incendio». Es lo que se conoce como sobrecarga.

Las regletas «están diseñadas para una serie de vatios y hay que vigilar el límite que pueden soportar. Suele ser de hasta unos 3.600 en España». Más de esa cifra «no debería aguantar una regleta porque entonces llega ese calor con el peligro de fundir elementos plásticos». Si además la regleta se encuentra próxima a elementos combustibles como alfombrillas, camas o sábanas… «Ya tenemos la temida ignición». El incendio declarado.

Para evitar la sobrecarga «no importa tanto la cantidad de enchufes en la regleta como la potencia de consumo de cada aparato que conectemos. El límite nos lo da las características técnicas de la regleta». Y añade: «No se considera aconsejable conectar aparatos como radiadores eléctricos o un secador de pelo. Eso debe ir a bases de la pared».

La investigación de Moncada pasa ahora por intentar aclarar qué aparatos se abastecían desde la regleta, cuál era su potencia de consumo y el límite técnico de la base de enchufes donde se produjo la anomalía. Todo ello en la medida en que la destrucción del fuego lo permita.

En general, detalla Capaccioni, «la gente de mantenimiento de las industrias o empresas suele tener esto muy claro» para evitar las sobrecargas. Otra dirección de las pesquisas de la Guardia Civil es saber quién se encargaba del mantenimiento y supervisión eléctrica en la residencia y si alguien se aseguró de las cuestiones de seguridad relacionadas con la regleta.

La segunda vía a confirmar o descartar es la de la deficiencia. Es decir, si todo estaba correcto en cuanto a las conexiones pero el aparato no tenía la calidad suficiente o se deterioró por alguna razón. En este punto, la Asociación Unificada de Guardias Civiles añade una consideración: «Muchos de estos incendios se deben a la mala calidad o una deficiencia».

Y van más allá: «A menudo se adquieren regletas o enchufes que no cumplen la normativa de seguridad europea. Se cuelan por bazares chinos o canales similares de venta». La adquisición y origen de la regleta será también objeto de pesquisas. Todo se complementará con las declaraciones de responsables y trabajadores en relación con las conexiones eléctricas y su supervisión.

Este viernes recibieron el alta dos de las víctimas hospitalizadas. Ocho siguen ingresadas, tres de ellas en estado grave. Además, 17 mayores han sido realojados.

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