«Me cortó el cuello y no podía pedir socorro»

Con varias interrupciones por sus lamentos y sollozos, Mari Carmen G., relató ayer cómo un amigo intentó matarla tras acuchillarla varias veces por la espalda y cortarle el cuello en el domicilio de la mujer en Castellar. La víctima prestó declaración en silla de ruedas en el juicio por intento de asesinato contra Néstor M. B., de 38 años. La Fiscalía y la acusación particular piden una pena de 15 años de cárcel para este hombre por los delitos de asesinato en grado de tentativa, lesiones, amenazas y allanamiento de morada.

Los violentos hechos ocurrieron el 28 de mayo de 2017, horas después de que la víctima echase de su vivienda al acusado tras consumir ambos alcohol y cocaína. La noche anterior al brutal apuñalamiento, el hombre cogió una pistola de fogueo, un pasamontañas y una mancuerna metálica para dirigirse luego al inmueble contiguo al que vive su amiga, y saltó la valla del mismo en un intento de acceder a la vivienda de la víctima, pero alertado por los ladridos del perro, el dueño de esa casa lo sorprendió y retuvo hasta la llegada de la Policía Local, que arrestó al hombre por un intento de robo.

El detenido quedó en libertad tras pasar a disposición judicial y regresó a la vivienda del hombre que le había reducido para pedirle disculpas. Luego Mari Carmen le llamó por teléfono y le pidió que le llevara tabaco y cerveza. El acusado le preguntó si estaba sola y ella le dijo que sí, aunque realmente la acompañaba otro hombre desde las cuatro de aquella madrugada, y también su hija. Néstor acudió entonces a la casa de la víctima y la acuchilló repetidamente cuando ella estaba de espaldas.

El otro hombre y la hija de Mari Carmen intervinieron entonces y llamaron a la policía, además de atender a la víctima. La agresión no acabó con la vida de la mujer, pero sí le provocó secuelas muy graves. El procesado declaró ayer en el juicio que había consumido cocaína poco antes de acuchillar a su amiga. También manifestó que Mari Carmen le debía dinero y le maltrataba psicológicamente.

La víctima relató entre sollozos cómo recibió las puñaladas por la espalda, sin posibilidad de defenderse, y señaló que no esperaba que Néstor fuera capaz de acuchillarla. «Me cortó el cuello y no podía pedir socorro», afirmó la mujer. En el juicio también declararon los guardias civiles que recuperaron mensajes de wasap del teléfono móvil del acusado. «Ya lo he terminado», escribió el procesado poco después del apuñalamiento.