Los delitos del 'Rambo de Requena' se extienden por diez pueblos de tres provincias

Improvisador, violento cuando se veía acorralado, torpe en el robo de coches pero hábil cuando arrebataba vehículos a conductores tras intimidarlos con una escopeta recortada... Estos son algunos de los rasgos que destacan los agentes que en los últimos meses han trabajado en la 'caza' del delincuente más buscado: Pedro Lozano Jiménez, conocido como el 'Rambo de Requena'.

Según informaron fuentes de la Guardia Civil, será Teruel la provincia donde se siga la investigación judicial en torno al sospechoso. Fue allí donde fue capturado y donde se le tomará declaración una vez se recupere de la herida de bala que recibió en el momento de su captura.

La historia delictiva del hasta ahora fugitivo es extensa en el tiempo y en el espacio, pues su estela de infracciones y delitos en los últimos años abarca una decena de municipios de Valencia, Castellón y Teruel. Desde hace cuatro años y hasta el lunes, el nombre del saguntino aparece vinculado con delitos en Canet d'En Berenguer, Borriol, la Vall d'Uixó, Chelva, Requena, Sagunto, Siete Aguas, El Castellar, Muniesa y Andorra, estos tres últimos pueblos fuera de nuestra región.

El nombre de Pedro Lozano aparece, por ejemplo, en los archivos de la Policía Local de Canet. Hace cuatro años cuando fue denunciado por una infracción contra la Ley de Seguridad Ciudadana por portar una navaja. Fue después de que un testigo lo viera salir de un bar encapuchado y con una mochila. Eso acabó con una intervención policial y se le confiscó la navaja que llevaba escondida.

Ya en 2018 el 'Rambo' reaparece con otro encontronazo con la justicia. Pero esta vez en Borriol, ya en la provincia de Castellón. Allí acabó detenido por amenazar con un cuchillo a dos policías locales del municipio que lo sorprendieron cuando cometía un hecho delictivo.

El verano del año pasado, nuevo cambio geográfico. Pedro se movía por la Vall d'Uixó, mostrando ya una imparable conducta itinerante y definiendo lo que iba a ser su modo de vida hasta el lunes: intentar subsistir sin trabajar a costa de lo que robaba y habitando en casas ajenas.

La Guardia Civil de Burriana atribuye a Pedro varios robos en casas de la Vall d'Uixó que habría cometido, presuntamente, en septiembre de 2019. Una huella que dejó en una de las viviendas fue precisamente lo que posibilitó su identificación. Tras quedar libre, y ya desde el verano del año pasado, el joven decidió vivir en casas deshabitadas de Castellón y Valencia. Con algunos conocimientos de cerrajería, solía forzar una ventana o desmontar el bombín para sus propósitos.

Sin embargo, tenía un problema. Según fuentes próximas a la investigación, no tenía carné de conducir ni sabía hacer el 'puente'. Este bache para sus desplazamientos lo salvó, en los últimos meses, arrebatando vehículos a conductores bajo la amenaza de su escopeta. El hecho de no tener carné no le impidió ponerse al volante de coches, furgonetas y hasta una grúa que luego abandonó. En algunos casos acabó estrellando los vehículos.

Pero el viaje solitario y alocado de Pedro acaba. A buen seguro, el rosario delictivo pende sobre él desembocará, en pocos días, en un ingreso en prisión. Y, en un futuro, en una cuantiosa petición de penas agrandada por los intentos de homicidio a dos agentes de la Guardia Civil.