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JAVIER MARTÍNEZ
Lunes, 16 de enero 2023, 14:50
La Guardia Civil de la Vall d'Uixó ha detenido a dos presuntos sicarios colombianos y a otro hombre español por su supuesta implicación en el intento de asesinato de un empresario de la construcción relacionado con asuntos turbios. Los tres individuos fueron arrestados el pasado viernes en el municipio castellonense cuando huían después de que la víctima y sus hijos se dieran cuenta de que los estaban siguiendo en un Audi A8 de color negro.
Tras ser avisadas de los hechos, dos patrullas de la Guardia Civil acudieron con urgencia al lugar e interceptaron el vehículo de alta gama ocupado por los presuntos sicarios. Los agentes identificaron y cachearon a los tres sospechosos y se incautaron de una pistola Beretta preparada para disparar con dos cargadores, uno de ellos montado, y dos armas blancas.
Los guardias civiles trasladaron a los individuos al cuartel para interrogarlos por separado, pero se acogieron a su derecho a no declarar y al día siguiente quedaron en libertad provisional tras pasar a disposición del juez de guardia.
Pistola robada a un guardia civil
La pistola que llevaba uno de los sicarios fue robada en 2016 a un guardia civil en Málaga. El arma será analizada en los próximos días en la unidad de balística del Servicio de Criminalística (SECRIM) de la Guardia Civil de Valencia. Los especialistas realizarán un análisis de una vaina para cotejar las estrías con las de otros proyectiles recogidos en casos sin resolver o con diligencias abiertas.
En España hay más de tres millones de armas registradas, la mayoría escopetas y rifles de caza, de las que cerca de 200.000 son armas cortas y algunas de ellas acaban en manos de delincuentes tras un robo en una vivienda o un retén policial.
Según las investigaciones, los tres hombres detenidos pretendían disparar contra el coche del empresario para vengarse por un asunto turbio, o amenazarlo con la pistola por motivos que no desvelaron cuando fueron interrogados. Uno de los colombianos llegó a España hace un mes aproximadamente y no tiene permiso de residencia.
El grupo de asaltantes estaba formado por seis individuos, pero los otros tres lograron escapar en otro coche antes de que llegaran las patrullas de la Guardia Civil de la Vall d'Uixó.
La noche anterior al intento de ajuste de cuentas, el empresario ya comenzó a sospechar que le podrían estar vigilando cuando vio los cristales empañados del Audi A8, un indicio de que había alguien dentro del vehículo estacionado cerca del domicilio de la víctima.
Al día siguiente, el hombre se percató de que el mismo vehículo le seguía cuando trasladaba a sus hijos al instituto, y uno de los menores llamó por teléfono a la Guardia Civil para pedir auxilio ante el temor de que su padre fuera víctima de un ataque. Los supuestos sicarios viajaron desde Sevilla a la provincia de Castellón para cometer la acción criminal, según las investigaciones.
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