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Un hombre camina junto a varios vehículos en una gasolinera de Valencia. Irene Marsilla

Estafa 2.000 euros al acumular gasóleo pagado con una tarjeta de su empresa en Valencia

El hombre, arrestado por la Guardia Civil, se llevaba el combustible en garrafas para usarlo o revenderlo y hasta empleaba matrículas falsas cuando iba a las gasolineras para no ser descubierto

Domingo, 21 de enero 2024, 10:50

Un estafador. Un acumulador de gasóleo a costa del dinero ajeno. Es la actividad ilícita a la que la Guardia Civil de Valencia ha puesto fin con el arresto de un hombre. Se le acusa de numerosas estafas en gasolineras valiéndose de una tarjeta asociada a la empresa de transporte en la que trabajaba.

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La operación 'SOL23' arrancó cuando la Benemérita descubrió un delito de estafa por impago de un repostaje. Tras las primeras indagaciones, los agentes se percataron de la comisión de hasta 13 hechos similares en diferentes gasolineras de la provincia de Valencia.

El sospechoso causó un perjuicio económico aproximado de 2.000 euros. Su modus operandi era peculiar: básicamente, hacía uso fraudulento de una tarjeta de pago de la que se había apropiado indebidamente. Ésta se encontraba asociada a un vehículo de la empresa de transporte para la que trabajaba.

Lo que hacía es repostar grandes cantidades de gasóleo en garrafas y pagaba el importe utilizando la citada tarjeta. Posteriormente, almacenaba el combustible adquirido y lo usaba para su interés o lo revendía a conocidos, lo que le reportaba un beneficio económico.

El presunto estafador incluso tomaba medidas de seguridad. Accedía a las estaciones de servicio con vehículos con las placas dobladas. Falsas. Por ejemplo a uno de los vehículos utilizados le había colocado la matrícula que horas antes había arrancado de una furgoneta estacionada cerca de una de las gasolineras que visitó.

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Pero no sólo eso. También se apropió de un teléfono móvil de su empresa. Abusando de la confianza de la mercantil, hizo un uso fraudulento de otra tarjeta de crédito a nombre de la firma con operaciones no autorizadas por un valor de 900 euros.

Cuando al fin identificaron al autor, un español de 36 años, éste se encontraba ya ingresado en la cárcel de Picassent, al parecer por la comisión de otros delitos. Ahora, y tras esta investigación, le imputan más: estafa, falsedad documental, hurto y apropiación indebida.

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La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la compañía de Paiporta. Las diligencias han sido entregadas en el juzgado de instrucción 4 de Catarroja.

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