Parapetado tras su traje, con buena presencia, don de gentes y mucha, mucha labia. Embaucaba a sus víctimas fingiendo ser un alto ejecutivo de Telefónica. ... Le prometía enormes beneficios por inversiones en productos financieros. Y luego, nada de nada. La Audiencia de Alicante ha condenado a una pena de prisión de un año y nueve meses por un delito de estafa a este hombre después de engañar a cinco personas y conseguir que le dieran dinero para los inexistentes negocios.
Publicidad
La sentencia, dictada después de que el condenado reconociera los hechos y se mostrara conforme con la pena solicitada por la Fiscalía y la acusación particular, le impone la obligación de indemnizar a los perjudicados con un total de 32.700 euros.
También le concede la suspensión de la ejecución de la pena de cárcel durante cinco años con la condición de que no vuelva a delinquir y que pague mensualmente la cantidad a la que se ha comprometido para hacer frente a la responsabilidad civil.
Los hechos comenzaron a finales de 2013, cuando el penado entabló amistad con uno de los afectados, ante quien se presentó como ejecutivo de Telefónica para proponerle inversiones conjuntas en productos financieros de la firma través de un despacho de abogados de Madrid.
Publicidad
Así, le ofrecía condiciones ventajosas para estas inversiones, pues según dijo podía llegar a tener una rentabilidad de hasta un 30% en periodos de cuatro meses.
El falso ejecutivo empresarial realizó esta propuesta con el único objetivo de quedarse con el dinero que podía obtener, ya que sabía que ni iba a realizar dichas inversiones ni existía el despacho de abogados a través de las que se canalizaban, como explica la Audiencia..
De este modo, la víctima realizó una primera aportación de 8.000 euros en efectivo de forma conjunta con su tía, que se fio de la buena fe de su sobrino para invertir.
Cuatro meses después, en abril de 2014, el condenado la propuso al afectado la adquisición de un producto financiero que, supuestamente, Telefónica sólo ofrecía a sus empleados, y que aseguraba un altísimo rendimiento. En esta ocasión, obtuvo 2.000 euros de la víctima.
Publicidad
A partir de este momento, el falso trabajador de telefónica contactó con conocidos de la primera víctima que a su vez le fueron presentando a otras personas para convertirlas en inversoras. De este modo, logró engañar a un total de cinco personas, de las que consiguió un total de 32.700 euros.
La sentencia, que es firme, detalla que cuando se acercaban los vencimientos de los plazos cuatrimestrales de las falsas inversiones, el penado buscaba excusas y decía que el rendimiento del dinero no había sido el esperado, por lo que era conveniente mantener el capital e incluso aportar más para asegurar mayores beneficios.
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.