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Panel con simbología de santería intervenido en la casa del detenido. LP
El exguardia civil detenido por profanar tumbas llevaba una mandíbula humana en su coche

El exguardia civil detenido por profanar tumbas llevaba una mandíbula humana en su coche

La investigación sigue abierta para determinar si participaron más personas en el ritual y si robaron un cráneo en el cementerio de Moncada

Javier Martínez

Valencia

Lunes, 27 de abril 2020, 00:05

El exguardia civil detenido por profanar dos tumbas, Jaime G. S., de 40 años, estaba siendo investigado por otros sacrilegios similares tras encontrar la Guardia Civil una mandíbula humana en un coche que alquiló y abandonó en la localidad de Serra. El macabro hallazgo tuvo lugar el pasado mes de febrero, cuando la Guardia Civil de Bétera inspeccionó un coche que figuraba como sustraído.

Tras determinar un forense que la pieza ósea era muy antigua y podría proceder de un cementerio, la Guardia Civil de Llíria asumió la investigación y realizó averiguaciones para localizar e interrogar al sospechoso. Dos meses después, el mismo hombre fue identificado como presunto autor de la profanación de las tumbas de un policía nacional y un guardia civil en el cementerio de Moncada.

Una huella que dejó en una botella junto a los ataúdes posibilitó la detención de Jaime G., aunque el exguardia civil negó ser el autor del macabro ritual con gallinas degolladas. Como ya informó LAS PROVINCIAS. Entre los huesos sacados de los nichos y esparcidos en el suelo no se encontraba uno de los cráneos, por lo que los investigadores sospechan que los profanadores se lo llevaron para realizar otro rito.

La Guardia Civil registró la casa del detenido en Serra y encontró aves muertas, un hueso y simbología de ritos de santería y magia negra. Los investigadores hallaron una pizarra negra con dibujos de flechas, círculos, una torre, un demonio y dos cuchillos en forma de cruz muy similares a los encontrados junto a las sepulturas profanadas en Moncada.

El detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Llíria, que decretó su libertad a la espera del correspondiente juicio. El presunto profanador, que fue expulsado de la Guardia Civil hace varios años, se enfrenta ahora a una condena de tres a cinco meses de prisión o a una simple multa, según el artículo 526 del Código Penal. El ex guardia civil es de origen chileno, estuvo destinado en Alicante y tiene antecedentes penales por tráfico de sustancias anabolizantes.

La Guardia Civil continúa las investigaciones para averiguar si participaron más individuos en la profanación de las tumbas del policía nacional y el guardia civil asesinados en 1984.

El guardia civil cuya tumba fue profanada y otros dos compañeros de patrulla murieron al ser tiroteados por dos atracadores, en la madrugada del 17 de enero de 1984, cuando realizaban un control en una carretera de Godella. Los agentes resultaron heridos de muerte pero dispararon a sus asesinos. Uno de ellos, Andrés Martínez Larios, falleció horas después del enfrentamiento. El otro, Luis Martínez Larios, hermano del anterior, logró escapar y fue detenido posteriormente en una pensión de la calle Bello de Valencia.

El policía enterrado en un nicho contiguo al del guardia civil fue asesinado por ETA el 13 de abril de 1984 con un coche bomba en Pamplona. Tenía 25 años, estaba casado y su padre era entonces el jefe de la Policía Local de Moncada. Las dos tumbas profanadas se encuentran junto a las de los otros dos guardias civiles asesinados, pero estas no han sido ultrajadas.

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