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El peor de los delitos posibles, el que lleva a una persona a acabar con la vida de otra, es aleatorio por naturaleza. A veces responde a un ajuste de cuentas, otras a una acalorada pelea callejera, un enquistado problema de familia... Sin embargo, en el día 29 de este febrero bisiesto de 2024 una anomalía estadística aparece teñida de sangre: el mes acaba con once casos de muertes violentas en investigación y trece víctimas, puesto que en uno de ellos, el crimen del Saler, fueron tres las personas asesinadas a disparos.
¿Qué ha pasado? Por el momento, no hay una respuesta clara y será necesario esperar al avance del año para conocer si se están dando las circunstancias sociales, delictivas y ambientales para un ascenso preocupante de la criminalidad o simplemente se trata de una coincidencia, de un pico temporal que no tiene por qué repetirse. De una terrible anomalía.
Un dato arroja luz sobre el contraste que marca este febrero en la estadística criminal. En 2023, por ejemplo, fueron 33 las víctimas de homicidios dolosos en la Comunitat. Es decir, este mes de febrero acumula nada menos que un tercio de todos los crímenes que se pueden producir en un año normal en nuestro territorio.
Otro enfoque para comprenderlo en su contexto, el evolutivo: el año pasado por estas fechas sólo tres personas habían muerto asesinadas en la región. Este año ya son 14 las muertes violentas en los dos primeros meses del año, si sumamos el crimen del canónigo Alfonso López, que apareció sin vida el 23 de enero, supuestamente asfixiado por uno de los hombres que acogía en su hogar de Valencia.
Este caso, en manos de la Policía Nacional, abrió la lista criminal de 2024 en la Comunitat, y estos son los once que llegaron después durante todo el mes de febrero:
-1 de febrero, Catarroja: Una discusión en la calle, al exterior de un local, acaba con un destornilllador clavado en la cabeza de un hombre de 38 años. La Guardia Civil arresta al agresor, un hombre de 44 años.
-6 de febrero, Alfàs del Pi: Primer crimen de violencia machista de este año en la Comunitat. Rocío, una mujer de 44 años, muere acuchillada por su marido, Juan Vicente, de 52 años. Ya está detenido.
-7 de febrero, Valencia: Un hombre de 56 años sin hogar que dormía debajo de un puente de la ciudad recibe una pedrada y pierde la vida. El autor, un joven de 29 años acaba arrestado por la Policía Nacional tras entregarse en una comisaría próxima.
-9 de febrero, Utiel: Un hombre de 59 años y dueño de un bar muere en el hospital días después de pelearse con un cliente. La Guardia Civil investiga si los golpes que recibió fueron el detonante del fallecimiento, como opina la familia. Es un caso aún en investigación.
-13 de febrero, la Vila Joiosa: Un joven desertor ruso que se ocultaba en la Vila Joiosa, Maxim Kuzmínov, es acribillado junto al garaje de su apartamento. La Guardia Civil investiga este crimen vinculado a la guerra en Ucrania y todavía no hay arrestos.
-20 de febrero, Palma de Gandia: Una joven de 22 años acaba arrestada por la muerte de su bebé recién nacido. El pequeño estaba dentro de una bolsa en un armario, donde al parecer lo colocó instantes después de dar a luz.
-20 de febrero, Alaquàs: Juan, un hombre de 56 años, es acuchillado por su sobrino de 45, Marcos, que al parecer arrastraba problemas por su dependencia a las drogas.
-25 de febrero, Algemesí: Una joven de 16 años muere arrollada por un conductor cerca de una discoteca en el transcurso de una disputa. La Guardia Civil arresta a un joven de 19 años por homicidio doloso y conducción temeraria.
Triple crimen en una urbanización de El SalerVer 15 fotos
-27 de febrero, El Saler: El crimen más atípico y sangriento de la lista. Tres hombres de origen colombiano mueren abatidos a disparos en El Saler (Valencia). La Guardia Civil busca aún a los autores.
-28 de febrero, Valencia: Una mujer de 61 años muere asfixiada presuntamente a manos de su hermano. La Policía Nacional ya ha arrestado al sospechoso, de 53 años.
-28 de febrero, Alzira: Un hombre de 62 años con una discapacidad muere tras verse envuelto en un conflicto de tráfico y recibir un puñetazo. La Policía Nacional detiene a un hombre de 37 años como presunto autor.
Hasta aquí la lista y la geografía del febrero sangriento. ¿Pero existe una posible interpretación? ¿Puede existir un detonante? Para el experto en criminología Vicente Garrido, profesor en la Universitat de València y autor de numerosos libros sobre la conducta homicida, es pronto para establecer conclusiones definitivas.
«Son variaciones aleatorias», concluye. Destaca la presencia en la lista de crímenes atípicos «como las tres víctimas de El Saler en un ajuste de cuentas» y eso «no forma parte de la dinámica de la vida habitual en Valencia en cuanto a seguridad». Lo mismo sucede con el caso del desertor ruso acribillado en la Vila Joiosa. «Este hombre se había venido a vivir aquí y», en apariencia y salvo giros inesperados, «los de Putin, que no se andan con bromas, se lo han cargado», baraja el experto.
Pero lo cierto es que, incluso eliminando estos casos poco frecuentes por venganzas 'ejemplares' a disparos, nueve víctimas sigue siendo una cantidad elevada para una región en la que el promedio mensual de homicidios es de tres crímenes, a tenor de las cifras de los últimos tres años.
La oleada coincide con un invierno también atípico en el factor ambiental, el del clima. Según los últimos datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), febrero pone fin al invierno más cálido desde que hay registros, con una temperatura media que está casi tres grados por encima del promedio. Es el tercer febrero más caluroso de la serie histórica, con considerables altibajos térmicos y muchos días ventosos.
La relación entre calor y conductas violentas está estudiada. En España es mayor la cantidad de homicidios en Andalucía y la franja mediterránea que en el norte. Y, dentro de un mismo año, los crímenes tienden a concentrarse en los meses centrales. El año pasado, sin ir más lejos, la Comunitat fue escenario de 33 crímenes. Una veintena de los casos se produjeron en los seis meses templados o cálidos, entre abril y septiembre. Este último fue el mes con más muertes violentas: seis.
«Las altas temperaturas influyen de dos maneras», detalla Garrido. «Por un lado, la gente sale y socializa más. Eso significa que bebe más y tiene más oportunidades de implicarse en actividades donde pueden surgir conflictos, discusiones o peleas». Además, el calor «es un factor de irritación. Y si es intenso hace que uno tenga un menor control emocional». En cualquier caso, Garrido también es cauto a la hora de establecer relaciones causales tajantes ligadas a la temperatura: «No creo que haya hecho tanto calor para que haya influido», matiza.
LAS PROVINCIAS también ha consultado a la Delegación del Gobierno en Valencia, puesto que todos los crímenes se concentran en esta provincia y sólo dos, el del desertor ruso y el de Alfàs del Pi, han ocurrido en Alicante. Ningún responsable quiso pronunciarse sobre la anómala oleada de crímenes. No hubo valoraciones.
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Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
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