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belén gonzález
Miércoles, 27 de noviembre 2019
La búsqueda de Marta Calvo, la joven desaparecida en Manuel, se ha reanudado en los montes más cercanos a las casas del pueblo mientras la familia de la joven teme un final trágico. El abuelo paterno de Marta afirmó ayer a La Sexta que no tiene ninguna esperanza de encontrar con vida a su nieta. «No tenemos ninguna esperanza, poca no, ninguna. Ninguna porque con los días que hace, ¿qué quieres esperar?», manifestó el hombre al borde de las lágrimas y con gesto resignado.
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Y aunque a un nivel muy diferente, los vecinos del tranquilo pueblo de Manuel también vivieron ayer momentos de preocupación y nerviosismo debido al despliegue policial desde las ocho de la mañana, aunque ya fueron avisados la noche anterior cuando agentes de la Guardia Civil pidieron a los vecinos de la calle San Juan Bautista que retiraran todos los vehículos de la vía, algo que hicieron con celeridad. Desde muy temprano, los más madrugadores pudieron comprobar cómo una patrulla vigilaba la calle, que quedó acordonada por sus dos entradas, para facilitar el aparcamiento de los vehículos de la Unidad Central Operativa (UCO) y del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil.
A todos los residentes en esta calle les solicitaron sus datos personales, como ocurrió el pasado miércoles, pero en ningún momento les pidieron que permanecieran en sus viviendas, por lo que pudieron entrar y salir de las mismas con total normalidad. Los vecinos están cada vez más sorprendidos por los datos que se van conociendo del individuo que tuvieron unos pocos meses como vecino.
Además de la minuciosa inspección en la vivienda que el presunto sospechoso tenía alquilada, durante la larga jornada de trabajo también registraron una casa abandonada de la misma calle y peinaron la zona conocida como Monte Valiente, que se encuentra en la parte trasera la calle y que es conocido por los manuelinos como «monte pelao». Al igual que lo hicieron el pasado miércoles día 20, volvieron a buscar con detalle en pozos y cuevas de los alrededores, apoyados con perros adiestrados para la búsqueda de personas del Servicio Cinológico de la Guardia Civil de Valencia, en un término que cuenta con una amplia variedad de accidentes geográficos, como la prolongación de este Monte con la Serreta hacia el otro lado del núcleo urbano, el río Albaida o la sierra de las Salinas.
Las pesquisas acabaron anoche a las 21:30 horas, tras más de 13 horas. Ningún vecino permanecía cerca del lugar donde los agentes continuaban trabajando, y solo unos pocos periodistas seguían la minuciosa inspección de los agentes a escasos metros de la vivienda y detrás del cordón policial establecido desde primera hora de la mañana.
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Y es que son ya 20 los días desde que Marta desapareció en extrañas circunstancias. La chica de 25 años de edad había concertado una cita con Jorge, un joven colombiano con antecedentes delictivos que ocultó a los vecinos de Manuel y a la joven.
Como tenía costumbre cuando quedaba con hombres a través de una web de citas, Marta envió a su madre la ubicación para que supiera exactamente dónde se encontraba, una medida de seguridad que madre e hija habían acordado con anterioridad. Esa fue la última conexión en el móvil de Marta, a las 5.55 horas del 7 de noviembre. Tras dos días sin poder contactar con ella, su madre se desplazó al número 9 de la calle San Juan Bautista, según indicaba la localización y pudo hablar con Jorge, quien negó conocer a Marta.
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Tras la negativa, la mujer se puso en contacto con el propietario de la vivienda alquilada por si le podía aportar algún dato sobre el sospechoso, que había ocultado su pasado delictivo, y entonces el dueño de la casa habló con su inquilino para aconsejarle que acudiera a la Guardia Civil si realmente no estaba implicado en la desaparición de Marta. Y a partir de ahí, Jorge desapareció y huyó.
Y no sólo eso, sino que al entrar a la vivienda el pasado miércoles, los agentes comprobaron que había sido limpiada con lejía; y por ello, los agentes del Equipo Central de inspecciones Oculares (ECIO) inspeccionaron ayer la vivienda durante horas en busca de algún vestigio biológico que pueda ayudar a esclarecer la desaparición de Marta.
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Desaparición de marta calvo
El principal sospechoso de la desaparición de Marta Calvo, un delincuente colombiano con antecedentes policiales en Italia por tráfico de drogas, dejó su coche a un amigo antes de huir y le pidió que se deshiciera del vehículo, según se desprende de las investigaciones de la Guardia Civil. El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, informó ayer que el coche ya ha sido inspeccionado y manifestó también a la agencia Efe que hay que estar preparados para un «desenlace duro» en este caso.
El vehículo que conducía el joven colombiano, un Volkswagen ranchera, fue encontrado hace unos días en El Puig por agentes del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Valencia. Un amigo del hombre huido declaró que este le había encargado que se deshiciera del vehículo.
Días después de la localización del coche, agentes del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil realizaron una minuciosa inspección en el hatitáculo y el maletero en busca de restos biológicos que podrían probar la presencia de Marta en el coche. Los investigadores también realizaron indagaciones en Manuel para tratar de averiguar si el sospechoso se desplazó con su coche a algún sitio entro los días 7 y 10 de noviembre.
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