La Guardia Civil descarta una sobrecarga en la regleta del incendio de la residencia de Moncada

Se han cumplido ya dos semanas de la que ya es una de las mayores tragedias de la historia reciente de la Comunitat y que se ha cobrado la vida de nueve ancianos residentes en el centro de mayores. Cinco personas perecieron en el acto y otras cuatro tras ser trasladadas a hospitales con graves cuadros de intoxicación por inhalación de humo.

La Guardia Civil apuntó en su informe preliminar que el origen del fuego estaba en un problema eléctrico en una regleta. La citada «anomalía». Medio mes después, nada ha variado en ese punto. Sigue contemplándose la regleta como foco de las llamas en una de las habitaciones al extremo del ala derecha, donde descansaban los internos con un mayor grado de dependencia.

Como ya expuso este diario, los problemas que generan fuego o calentamiento en una regleta suelen tener tres motivos fundamentales: una sobrecarga de aparatos conectados a los enchufes, una deficiencia de fabricación o calidad o bien algún deterioro o daño sobrevenido por el uso.

Todas estas posibilidades son peinadas por los investigadores. Y la primera de ellas, la de la sobrecarga, parece descartada. Se han hecho comprobaciones y tomado declaración a personal de la residencia y en esa toma de corriente sólo había conectados dos elementos: la cama articulada y el respirador de las personas que allí pernoctaban.

En su investigación, la Guardia Civil también ha prestado mucha atención a los elementos relacionados con la calefacción. Y no se ha constatado la utilización de ningún brasero o calefactor eléctrico, pues el sistema de climatización usado en el centro es diferente.

También se ha barrido la posibilidad de una negligencia por parte de alguno de los residentes. Y tampoco en este punto hay indicios que apunten en esa dirección. No se ha hallado ni mechero ni colilla y se ha podido constatar por declaraciones que ninguno de los ancianos que empleaban la estancia era fumador.

Las otras dos posibilidades relacionadas con la regleta son la del deterioro (por ejemplo por un daño sobrevenido accidentalmente) o la mala calidad del producto. Pero en estos caminos para aclarar las causas del incendio hay nuevos baches: el propio fuego. La enorme cantidad de calor que se generó ha causado daños muy severos en la regleta y en el resto de elementos de la habitación. Por tanto, conocer si hubo daño en el aparato o su fabricación era defectuosa va ser muy difícil de aclarar y, posiblemente, nadie pueda determinarlo.

Después de analizar el comportamiento del fuego en la residencia, los agentes de la Guardia Civil tienen un convencimiento: de haberse declarado el incendio en una habitación de la mitad del pasillo en lugar de la del extremo la magnitud del siniestro traducida en víctimas hubiera sido mucho mayor.

Cuando el atestado completo de la Guardia Civil se entregue en el juzgado de instrucción 3 de Moncada se abrirán dos vías. Si no se determina ninguna negligencia o acción humana en relación al fallo de la regleta, el caso podría acabar en archivo, al menos a nivel penal. Por contra, si la Benemérita sitúa a algún presunto responsable de la anomalía, posibilidad que de momento no se perfila en el caso, el juez abriría una causa por nueve homicidios por imprudencia.