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Otro duro golpe al tráfico de marihuana. Una operación antidroga de la Guardia Civil de Requena se ha saldado con la desarticulación de una banda de traficantes albaneses y la incautación de cerca de 30.000 plantas de cannabis en los términos de Requena y Yátova. El grupo criminal desarticulado cultivaba la droga en tres zonas de monte poco transitadas y montó campamentos para vigilar las plantaciones.
Tras una ardua investigación, los agentes de la Guardia Civil de Requena detuvieron a cinco miembros de la banda en dos fases con el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana y el helicóptero de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia.
Los traficantes detenidos idearon una sistema de riego con balsas para proporcionar el agua que necesita el crecimiento rápido de las plantas. La Guardia Civil de Requena continúa las investigaciones para detener a otros miembros de la banda que se encargaban de la distribución de la marihuana a gran escala. Además de las plantas de cannabis, los agentes se incautaron de numerosos efectos y abonos para acelerar el cultivo de la droga.
La operación comenzó el pasado mes de junio, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la existencia de una posible plantación de marihuana en una pedanía de Requena. Dos días más tarde, los agentes localizaron e intervinieron más de 6.500 plantas de cannabis en la aldea de Hortunas, concretamente en una zona de difícil acceso rodeada de maleza y grandes árboles que facilitaban su ocultación.
Más sucesos
La segunda plantación era de similares características y fue descubierta por los investigadores al mes siguiente en el término de Yátova. Los agentes de la Guardia Civil se incautaron de un total de 22.000 plantas de marihuana y detuvieron a cuatro hombres de nacionalidad albanesa por los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y contra el medio ambiente.
Además, los guardias civiles realizaron un registro en la localidad de Alborache y requisaron dos vehículos valorados en 62.000 euros, cinco móviles, varias placas solares, baterías, bombas de succión, abonos, 110 kilogramos de cogollos de marihuana envasados y preparados para su venta, herramientas y una gran cantidad de medios electrónicos para cultivar de las plantas de marihuana.
Posteriormente, un quinto hombre fue detenido en la pedanía de Los Isidros por los mismos delitos, y los agentes localizaron una tercera plantación al aire libre con más de 600 plantas de marihuana.
La organización criminal desarticulada utilizaba para sus plantaciones unos 10.000 metros cuadrados de parcelas ubicadas en zonas alejadas de los núcleos de población y de difícil acceso. Los individuos detenidos desbrozaron la zona y talaron árboles autóctonos para cultivar las plantas de marihuana y emplearon agua de los ríos cercanos para regarlas.
Asimismo, estos individuos habían construido campamentos próximos a las parcelas para alojarse y usaban bombonas de butano para cocinar en pleno terreno forestal. Los agentes también hallaron grupos electrógenos que estaban enterrados en zulos para evitar ser vistos desde el aire y disminuir al mínimo el ruido del motor de los mismos. Estos generadores bombeaban agua a unas balsas que consiguieron fabricar para el abastecimiento de la plantación.
La operación Campers, una de las más importantes en la Comunitat Valenciana, ha sido llevada a cabo por agentes del Equipo Roca y del Área de Investigación de la Guardia Civil de Requena con el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana y el helicóptero de la Comandancia de Valencia.
Las cerca de 30.000 plantas de marihuana intervenidas con un peso superior a 1.300 kilogramos tienen un valor de más de 6.600.000 euros en el mercado negro de la droga. Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Requena. La operación continúa abierta y no se descartan más detenciones.
Tras el acoso policial a las bandas que montan invernaderos clandestinos de marihuana en naves industriales y chalés, algunos grupos criminales cultivan las plantas de cannabis en los lugares más recónditos y que menos sospechas pueden infundir, como los dos parajes de Requena y Yátova.
En el año 2008, la Guardia Civil localizó unas 2.000 plantas de marihuana entre pinos y una densa vegetación en dos laderas de Alcalà de Xivert. La plantación tenía un sistema de riego por goteo con finas mangueras y agua obtenida de tres pequeñas balsas.
La Guardia Civil de Cullera se incautó en 2018 de otras 1.678 plantas de marihuana que habían crecido camufladas entre naranjos en pocos meses en Favara. Los individuos que cultivaban la droga, dos hombres de 36 y 48 años, iban encapuchados cuando fueron detenidos.
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