La Guardia Civil centra la búsqueda del cuerpo de Marta Calvo en un vertedero ilegal

La Guardia Civil ha reanudado esta mañana el dispositivo de búsqueda del cuerpo de Marta Calvo, la joven desaparecida el 7 de noviembre de 2019 en Manuel, con agentes el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) y un perro adiestrado en la detección de restos cadavéricos. Varias brigadas forestales de la Diputación de Valencia están colaborando para desbrozar los lugares que inspeccionan los guardias civiles.

Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil regresaron esta mañana al vertedero ilegal para rastrearlo por segunda vez. La escombrera se encuentra en un barranco junto a una cantera en el término municipal de Villanueva de Castellón.

El terreno que inspeccionan los agentes de forma minuciosa fue delimitado por los investigadores tras analizar los posicionamientos de uno de los tres teléfonos que utilizaba Jorge Ignacio P., el narcotraficante colombiano acusado de matar a Marta Calvo y otras dos mujeres.

Varios guardias civiles ya descendieron ayer por el escarpado barranco para rastrear una zona donde se acumulan escombros, neumáticos y otros residuos urbanos, pero no encontraron nada de interés para la investigación. Dos agentes del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia Civil, con base en Ontinyent, han bajado esta mañana al vertedero para buscar el cuerpo de la joven y otros posibles vestigios criminales.

Además de la zona de la cantera, los agentes rastrearon ayer los alrededores de la ermita de Santa Ana en Llosa de Ranes y una casa en ruinas situada en el límite de los términos de Villanueva de Castellón y Senyera.

Un guía canino reconoció algunos puntos con 'Athor' y 'Junco', dos perros especializados en la detección de restos cadavéricos. El segundo es un perro de agua con pelaje lanoso que participó en la búsqueda de las dos niñas asesinadas por su padre en Tenerife. Los dos canes del Servicio Cinológico y Remonta de la Guardia Civil, con sede en El Pardo (Madrid), están adiestrados para detectar restos óseos y orgánicos como sangre, semen y saliva.

El vertedero ilegal se encuentra a poco más de un kilómetro de distancia del casco urbano de Manuel por senderos que atraviesan el monte, y a seis kilómetros por la carretera que une ambos pueblos. El operativo de búsqueda en los alrededores de la cantera podría alargarse varios días debido a la orografía escarpada.

Los agentes expertos en telecomunicaciones de la UCO y dos guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Valencia reconocieron días antes el terreno para delimitar la zona de rastreo y ubicar los lugares donde Jorge Ignacio podría haber enterrado o ocultado el cadáver. El presunto asesino en serie estuvo tres horas en varios parajes cercanos a su casa poco después de la muerte de Marta, según los posicionamientos de su móvil.

Tras la costosa e infructuosa búsqueda del cuerpo en el vertedero de Dos Aguas, los investigadores sospechan que el delincuente colombiano mintió en su declaración y no habría descuartizado el cadáver, sino que lo habría ocultado en algún lugar recóndito.

Tras entregarse en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent, el narcotraficante declaró que había descuartizado el cadáver después de que la joven falleciera por una sobredosis de cocaína, pero los investigadores consideran inverosímil este relato y creen que el detenido provocó la muerte de Marta con dolo al introducirle droga en su cavidad vaginal sin su consentimiento, como ya había hecho con otras mujeres.

La Guardia Civil sospecha que Jorge Ignacio podría haber ocultado el cuerpo de la víctima para impedir su hallazgo y una autopsia que determinaría una posible muerte violenta de la joven.

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