La muerte a golpes de un hombre eleva la tensión por la degradación de la Malvarrosa

La Policía Nacional investiga el homicidio de un joven toxicómano, de 31 años de edad y nacionalidad italiana, cuyo cadáver fue hallado a primera hora de la mañana de ayer junto a un charco de sangre en la conflictiva barriada de las Casitas Rosa en Valencia. La víctima presentaba varios golpes, uno de ellos en la parte posterior de la cabeza con una herida sangrante, y se encontraba junto al bordillo de la acera cuando los primeros agentes llegaron al lugar.

Tras recibir el aviso de que una persona estaba en el suelo y no se movía en la calle San Juan de Dios, varias patrullas de la Policía Nacional acudieron con urgencia al lugar para auxiliar al hombre. También se desplazaron dos ambulancias, una de ellas del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU), según informaron fuentes del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU). Los sanitarios practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar a la víctima, pero no pudieron recuperar sus constantes vitales.

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se hizo cargo de las investigaciones. Los indicios apuntan a una muerte violenta por una agresión. Dos agentes de paisano preguntaron a los vecinos si habían escuchado gritos o golpes entre las seis de la madrugada y las ocho de la mañana.

Sin embargo, la Policía investiga también si la víctima pudo haber fallecido de forma accidental tras sufrir una caída y golpearse contra el bordillo de la acera, donde los agentes de la Policía Científica encontraron restos de sangre.

El suceso causó un gran revuelo en el barrio de la Malvarrosa. El teléfono de emergencias 112 recibió a las 7.45 horas el primer aviso de la muerte del hombre. Mientras los policías inspeccionaban el cadáver, una furgoneta y una alcantarilla, algunos vecinos se asomaban por las ventanas y comentaban los pormenores del suceso.

La venta de droga en las Casitas Rosa ha aumentado en los últimos años, así como las redadas de la Policía y los controles rutinarios para prevenir la delincuencia. Los vecinos se quejan de la degradación del barrio y han retomado las protestas para reclamar más presencia policial.

El 10 de diciembre del año pasado, un episodio de violencia de género desencadenó la muerte de un niño de tres años en la Malvarrosa. Un hombre con una veintena de antecedentes delictivos prendió fuego a los muebles de su expareja, que estaba haciendo una mudanza, y huyó antes de que llegaran las primeras patrullas, pero fue detenido un mes después por la Policía en Murcia.

El incendio causó la muerte del menor en el número 77 de la avenida de la Malvarrosa. El niño fallecido, sus dos hermanos y su madre quedaron atrapados por el humo en las escaleras del edificio cuando huían de las llamas. La familia residía en un piso de la planta superior, pero se asustaron y trataron de bajar a la calle.

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