El homicida de Cheste vuelve al lugar del crimen por segunda vez mientras el arma sigue sin aparecer

El joven Sergio P., quien se encuentra detenido por la muerte de José Andrés V., ha vuelto en la mañana de este martes al domicilio de Cheste en el que tuvo lugar el crimen. Como ocurrió este lunes, el presunto autor del hecho llegó a la vivienda minutos antes de la una de la tarde, acompañado de varios agentes de la Guardia Civil. La presencia de este hombre no ha pasado desapercibida entre los vecinos, quienes han observado con curiosidad el despliegue de agentes efectuado en la avenida de Castilla.

A las puertas del domicilio estaba, mientras se estaba efectuando el registro, tanto el representante legal del fallecido como su hermano.

Ángel Gambín, el letrado del fallecido, ha señalado que a falta de tener todos los datos de la autopsia, el hecho de que uno de los disparos fuera en la espalda, indicaría que José Andrés estaría saliendo del domicilio cuando recibió uno de los tiros: «Hay un dicho español que dice que a enemigo que huye puente de plata, por lo que estaríamos hablando de un asesinato en toda regla como se indica en el artículo 139 del Código Penal». Además, en su opinión, concurriría la premeditación y la alevosía.

No negó que en el domicilio se hallaran drogas, pero no lo vio como una causa primordial en el motivo del asesinato. Los hechos, según recordó Gambín, se produjeron en el recibidor de la vivienda, donde se produjo la discusión previa que acabó con estos disparos. De este modo, el abogado cree que no hubo ningún tipo de ajuste de cuentas por un asunto relacionado con las drogas.

El autor de los disparos alegó que tenía miedo a la víctima, que, según sus palabras, era un colombiano que presumía de ser un sicario en su país, y declaró que le quitó la pistola durante un forcejeo y luego le disparó. Este extremo lo niegan los representantes legales del fallecido.

Asimismo, otra de las cuestiones que quedan por dilucidar es el hallazgo del arma usada en el crimen, ya que aunque sí se hallaron casquillos de bala no se ha localizado la pistola, pese a los registros efectuados en el interior de la casa y cerca de la vivienda, en concreto en los alrededores de la cercana vía del tren. En relación con este aspecto, el abogado de la víctima considera que la prueba de la parafina, para detectar posibles restos tanto en la ropa como en la piel de la persona que efectuó los disparos, será clave para determinar tanto la autoría como la propiedad del arma.

Y es que por parte de la defensa, se alega que el arma era de la propia víctima y que se pudo producir un forcejeo que acabara con este disparo. El abogado del fallecido niega este extremo y recordó que la estancia se encontró sin signo alguno de que en ella se hubiera producido una pugna previa a los disparos.

Óscar, el hermano del fallecido, tras apuntar que hay muchas cosas que quedan por aclarar en este caso, recordó que José Andrés era el sustento familiar, ya que enviaba dinero a Colombia para la manutención de sus dos hijos, un niño y una niña. Los allegados del fallecido estaban consternados por lo ocurrido y apenas podían articular palabra a la espera del avance de las investigaciones.

Tras las correspondientes pruebas que seguirán durante todo este martes se prevé que el autor del hecho comparezca este miércoles ante el juzgado 1 de Requena.

Cabe recordar que José Andrés V., murió el domingo por la tarde al recibir dos tiros en la cabeza y el abdomen. El presunto autor de los disparos, Sergio P., de 19 años, huyó a pie, tiró la pistola en un campo junto a las vías del tren y regresó poco después a la escena del crimen para entregarse a la Guardia Civil. «¡He sido yo!, ¡he sido yo!», gritó a los agentes que buscaban el arma de fuego en una calle cercana. El homicida estaba drogado tras consumir ketamina, según dijo él mismo a los investigadores.

Un vecino que vive en la misma finca llamó de inmediato al teléfono de emergencias 112 tras encontrar a la víctima junto a un charco de sangre en un rellano de las escaleras. Eran las 15:41 horas del domingo. Tras recibir el aviso del macabro hallazgo, varias patrullas de la Policía Local de Cheste y la Guardia Civil acudieron con urgencia al lugar.

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