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Imagen de archivo de una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico. Roberto Milán

Interceptados dos conductores octogenarios que circulaban en sentido contrario por la A-3 en Requena

La rápida intervención de dos patrullas de la Guardia Civil fue clave para evitar colisiones frontales de vehículos | Los dos hombres de 81 y 89 años de edad se confundieron de carril cuando accedieron a la autovía

J. F.

Miércoles, 27 de diciembre 2023, 18:10

La Guardia Civil de Tráfico ha interceptado en el espacio de cuatro días a dos conductores octogenarios que conducían en sentido contrario por la A-3 en la provincia de Valencia tras confundirse de carril cuando accedieron a la autovía. La rápida intervención de varias patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Valencia fue clave para evitar colisiones frontales entre los vehículos que circulaban correctamente y los coches que conducían los ancianos.

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Según informaron fuentes de la Dirección General de la Guardia Civil, los dos conductores dieron negativo en la prueba de alcoholemia y el test salival de detección de sustancias estupefacientes, y en ninguno de los dos casos se llegó a registrar un choque con otros usuarios de la vía.

El primer caso tuvo lugar sobre las 15.00 horas del pasado 14 de diciembre. La Guardia Civil de Tráfico recibió varios avisos que alertaban de que un vehículo estaba circulando en sentido contrario a la altura del kilómetro 279 de la autovía A-3,en dirección a Valencia y por los carriles en sentido hacia Madrid.

A partir de esta alerta, efectivos del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Valencia, concretamente del Destacamento de Requena, establecieron un dispositivo para localizar el vehículo y lograron interceptarlo a uno dos kilómetros de distancia en la autovía a la altura de San Antonio de Requena. El conductor, un varón de 81 años de edad, «fue investigado por un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria», según informó en un comunicado la Guardia Civil.

Cuatro días después, el lunes 18 de diciembre, los agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Valencia recibieron otro aviso similar a través del 112. Eran las cuatro y media de la madrugada cuando comunicaron la existencia de otro vehículo que circulaba en sentido contrario a la altura del kilómetro 285 de la autovía A-3, aunque esta vez en dirección a Madrid por los carriles en sentido Valencia.

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La Guardia Civil estableció otro dispositivo, a través del Centro Operativo de Tráfico (COTA) de Valencia, y una patrulla de la Guardia Civil del cuartel Requena localizó e interceptó el vehículo sin que llegara a producirse colisión alguna.

Los agentes realizaron las correspondientes diligencias e investigaron al conductor, un anciano de 89 años de edad, por un delito contra la seguridad vial debido a su conducción temeraria. En los dos casos, los ancianos se equivocaron de acceso a la autovía cuando se incorporaron a la misma, según las primeras investigaciones.

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Las mismas fuentes de la Guardia Civil precisaron que este tipo de delitos puede conllevar penas de prisión de hasta dos años y privación del derecho a conducir de hasta seis.

Un antecedente mortal en Montesa

El 8 de julio de 2004, la Guardia Civil de Tráfico detuvo en Chinchilla a un hombre 60 años de edad (vecino de Yecla) que causó un accidente mortal en el término municipal de Montesa cuando circulaba en sentido contrario por la N-430.

La detención se produjo en el kilómetro 555 de la autovía, en el término municipal de Chinchilla, después de que el vehículo se viera implicado en un accidente que le costó la vida a otro conductor. Lo más impresionante de este suceso es que el conductor, que iba acompañado en el coche por un menor, logró circular durante más de 100 kilómetros por la autovía N-430 entre Montesa y Chinchilla, donde se produjo la detención.

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Como consecuencia de esta acción, en Montesa se produjo un accidente donde falleció Salvador Pérez, de 52 años y médico de profesión, al colisionar el coche que conducía contra un camión tras esquivar al vehículo que circulaba en dirección contraria. El hombre que circuló 100 kilómetros en sentido contrario padecía una enfermedad mental y murió pocos días después.

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