El jefe de la Policía Local de Silla y cuatro agentes, investigados por no perseguir delitos

Las diligencias del sumario incluyen las transcripciones de las conversaciones telefónicas que mantuvieron la presunta narcotraficante y el comisario, que no sabía que la delincuente tenía las comunicaciones intervenidas por orden judicial.

Los investigadores de la Guardia Civil escucharon con atención y transcribieron las conversaciones que el jefe de la Policía Local mantuvo con el alcalde de la localidad y diputado socialista, Vicente Zaragozá, para esclarecer si este último fue informado de los tejemanejes que realizaban el comisario, como parece que podrían probar las escuchas telefónicas. También revisaron las transcripciones para determinar si pudo haber una inducción al delito en el caso de que alguno de los policías hubiera incitado a la traficante a realizar pedidos de droga.

La Operación Connivencia, nombre que le dieron los investigadores de la Guardia Civil por la supuesta confabulación entre el jefe de la Policía Local y la traficante de drogas, se saldó con la detención en Silla y Burjassot de cuatro mujeres y tres hombres de entre 32 y 63 años de edad, todos de nacionalidad española, por los delitos de organización criminal, tráfico de drogas y blanqueo de capitales.

Según las investigaciones de la Guardia Civil, una de las mujeres arrestadas este verano en la operación, la traficante que hablaba por teléfono con el comisario, dirigía un 'narcopiso' en Silla al que acudían una media de 50 personas al día para comprar sustancias estupefacientes. Llevaba más de seis años vendiendo drogas en una vivienda dotada de medidas de seguridad, incluidas cámaras de vigilancia, lo que dificultaba cualquier intervención policial por sorpresa.

Durante las escuchas telefónicas autorizadas por la jueza de Carlet, la narcotraficante habló en varias ocasiones con el comisario y le facilitó datos muy precisos sobre varios individuos que iban a llevarle droga. Prueba de ello es que el jefe de la Policía Local estableció el denominado Plan Estratégico Operativo contra el Menudeo de Droga (PEOMD).

Los dispositivos policiales se sucedieron con un goteo de detenciones de presuntos traficantes en controles que parecían rutinarios, pero la Guardia Civil sospecha que eran operativos muy bien planificados con la información que obtenía el comisario. Los agentes de la Policía Local de Silla realizaron varios servicios antidroga, algunos de ellos con agentes de paisano, y se incautaron de varias cantidades de sustancias estupefacientes.

Entre las incautaciones de droga que realizó la Policía Local en los últimos dos años destacan los siguientes: 10 bolsas pequeñas de marihuana (el 27 de abril de 2024), 16 dosis de cocaína (el 5 de septiembre de 2023), 100 gramos de cocaína (el 8 de agosto de 2023), 80 gramos de cocaína (el 1 de junio de 2023), 60 gramos de cocaína en roca (el 6 de marzo de 2023), 250 gramos de cocaína (el 28 de febrero de 2023) y 29 dosis de cocaína (el 21 de enero de 2022).

Mientras los agentes de la Policía Local de Silla detenían a sospechosos de traficar con drogas y les intervenían pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes, el trapicheo continuaba en el 'narcopiso' con aparente impunidad.

Según el atestado policial, el comisario habría cometido un delito de omisión del deber de perseguir delitos, tipificado en el artículo 408 del Código Penal, cometido por «la autoridad o funcionario que, faltando a la obligación de su cargo, dejare intencionadamente de promover la persecución de los delitos de que tenga noticia o de sus responsables».

Aunque la Policía Local de Silla detuvo a siete presuntos traficantes, al menos, entre el 21 de enero de 2022 y el 27 de abril de 2024, el mando policial no habría remitido diligencias a la Guardia Civil sobre la supuesta actividad ilícita de la mujer que iba a recibir los pedidos de droga en su 'narcopiso'.

Los agentes del Equipo de Policía Judicial que asumieron las investigaciones entienden que existen suficientes indicios de la dejación de funciones de los cinco funcionarios policiales, por lo que realizaron las correspondientes diligencias de exposición de hechos delictivos y remitieron el atestado a la jueza de Carlet.

Una vez levantado el secreto de las actuaciones, la magistrada acordó deducir testimonio del procedimiento para investigar al comisario y otros cuatro agentes de la Policía Local por un presunto delito de omisión del deber de perseguir delitos, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

La deducción de testimonio fue remitida la semana pasada al Decanato de los Juzgados de Carlet para su reparto y asignación a un juzgado, que deberá determinar si incoa diligencias previas y por qué delitos concretos.

Para una autoridad, desde un funcionario policial hasta un alcalde, la omisión del deber de perseguir delitos acarrea una pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un tiempo de seis meses a dos años. Los cinco policías investigados podrían ser citados para declarar en el juzgado en los próximos días.

La Guardia Civil comenzó la primera fase de la operación antidroga en diciembre de 2022 cuando detuvo a cinco personas, tres de ellas de la misma familia, por un delito de tráfico de drogas en Silla y Picassent. Una de las personas arrestadas, la dueña del 'narcopiso' de Silla, se encontraba en actitud de espera cuando los guardias civiles irrumpieron en su vivienda.

La presunta traficante estaba sentada en un sofá y tenía su DNI preparado para que los agentes antidroga tomaran sus datos, como si alguien le hubiese avisado del operativo policial. Los guardias civiles registraron la casa, pero no hallaron sustancias estupefacientes a pesar de que días antes habían obtenido pruebas del trapicheo de drogas en la vivienda.

Parecía claro que alguien había advertido a la mujer sobre el registro, y comenzaron a sospechar de la Policía Local, ya que varios agentes habían apoyado a la Guardia Civil en la Operación Vivega y sabían la fecha y la hora prevista para la intervención de los agentes antidroga.

En otros registros realizados en Picassent, todos ellos del clan familiar, la Guardia Civil intervino un kilo de cocaína, más de 250 pastillas de MDMA, gran cantidad de marihuana, sustancia de corte, útiles para la elaboración y distribución de droga, 280.000 euros en efectivo, numerosas joyas de oro con un peso de 2,5 kilos y varios vehículos procedentes de la actividad ilícita.

Los investigadores de la Guardia Civil comenzaron a sospechar que el jefe de la Policía Local podría haber avisado a la traficante de Silla del inminente registro, y solicitó a la jueza de Carlet la intervención de sus comunicaciones telefónicas tras argumentar su petición con una serie de indicios razonables.

La magistrada autorizó entonces las escuchas, y los investigadores lograron muy pronto las pruebas que buscaban. Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, varias conversaciones del comisario le delatan cuando habla con la dueña del 'narcopiso' sobre los envíos de droga que está a punto de recibir.

El alcalde de Silla negó ayer su implicación en el delito que investiga la jueza y defendió al jefe de la Policía Local. «Dudo mucho que haya hablado con esa señora. Me lo hubiera dicho, no lo creo ni de coña», manifestó Zaragozá. Sin embargo, la conversaciones fueron grabadas y las transcripciones fueron remitidas a la jueza hace varios meses.