Un joven niega haber matado a otro de un disparo de escopeta en Manises tras discutir por unos gallos de pelea

El joven acusado de matar a un hombre con un disparo de escopeta en Manises, Antonio D.,ha negado todos los cargos en la primera sesión del juicio celebrado en la sala del Tribunal del Jurado en la Ciudad de la Justicia. «Yo no tenía ningún problema con Eduardo», ha mantenido el enjuiciado.

Antonio D., el presunto homicida, tenía 18 años en el momento en el que ocurrieron los hechos. Según mantiene el Ministerio Fiscal, el arrestado mató a Eduardo C. después de discutir en una vivienda de la calle Torrent de Manises donde tenían una pasarela para acceder a una plantación de marihuana de la casa de enfrente y gallos de pelea. Al parecer, el encausado le recriminó a la víctima que le había robado sus gallos de pelea y le disparó con una escopeta que le causó «el estallido de la aurícula derecha del corazón», según la autopsia.

El fallecido estaba bajo los efectos del alcohol cuando lo dispararon. La Fiscalía solicita para Antonio D. una pena de 14 años por el delito de homicidio con la agravante de superioridad dado que la víctima padecía una intoxicación etílica y una pena de nueve meses por tenencia ilícita de armas.

El interrogatorio del acusado se ha alargado cerca de dos horas. El joven ha defendido que no tenía ningún tipo de enemistad con el fallecido. «Lo conocía de toda la vida. Él vivía al lado de casa de mi abuela. Me he criado con él», ha asegurado ante el Tribunal del Jurado. La defensa, ejercida por el letrado Juan Carlos Navarro, niega la implicación de su representado y pide la absolución.

Según la versión del acusado, el que le robó los gallos de pelea fue un tío suyo que tiene problemas con los estupefacientes. Con gran nerviosísimo y aireando los brazos ha repetido en varias ocasiones: «Yo no he hecho nada y el que me voy a la cárcel soy yo».

La magistrada y la defensa han tenido que llamarle la atención en varias ocasiones al enjuiciado por interrumpir a las preguntas. Poniendo las piernas sobre el asiento y hablando con su familia que han acudido a la celebración del juicio y diciéndoles: «Estáis muy guapos». La magistrada le ha recordado a Antonio D. que se juega mucho en el juicio a lo que él ha respondido con total seguridad: «Yo estoy muy tranquilo. Si no he hecho nada».

Los agentes no lograron hallar el arma homicida, una escopeta de calibre 12. Detuvieron al enjuiciado un año más tarde de que se produjera la muerte de Eduardo, El encausado aseguró que subió a la terraza de la casa de Eduardo a dar de comer a los pollos, pero que no entró en la vivienda donde residían la víctima y Ramón,un amigo suyo, junto a sus dos hijastros.

La primera testigo es la menor que vivía junto a su padrastro en la vivienda. Alba ha asegurado que vio correr al acusado y a otro hombre cuando Eduardo yacía fallecido en el suelo.

La investigación no estuvo clara al principio. Al parecer, desde la cuenta de Instangram de África, la única hija de la víctima, publicaron una historia en la que decían que el asesino de su padre había sido «Paquito» G. También decía que el homicidio se había tratado de un ajuste de cuentas por drogas. Sin embargo, la joven ha asegurado que no fue ella la que subió a redes sociales esta acusación a pesar de que lo publicaran desde su cuenta.

En esta primera sesión del juicio también ha acudido a declarar «Paquito» G. El hombre ha mantenido ante el Tribunal del Jurado que no tiene ninguna implicación con la muerte de Eduardo. Según ha relatado, después de enterarse de que lo acusaban de arrebatarle la vida al hombre fue él mismo quien se dirigió a la brigada de Homicidios para colaborar con la investigación y comprobaron la triangulación de su teléfono móvil que lo ubicaba en Mislata en el momento en el que ocurrieron los hechos. «Discutí con Eduardo porque le había pagado para hacerme una reforma y no me la realizó, pero yo no lo maté», ha defendido «Paquito» G.

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