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El insaciable bloguero pederasta Juan Rivera Pascual ha vuelto a atacar a más niñas. El valenciano actuaba como un verdadero camaleón, fingiendo ser ... un inocente estudiante de magisterio para cebarse abusando sexualmente de menores y grabarlos en vídeos pornográficos. Detrás de su careta amable, se escondía todo un verdadero depredador. Ya cumplía una condena por abusos sexuales y corrupción de menores de 2018, aunque estaba en prisión provisional desde 2016. Su pena culminaba en septiembre de este año, pero 'Juanri' no ha perdido el tiempo. Nunca ha dejado de ser supuestamente el mismo. Y los últimos hechos así lo demuestran.
La Guardia Civil volvió a detenerlo recientemente en el marco de una nueva investigación por delitos contra la libertad e indemnidad sexual de menores. Otra vez los mismos hechos. De nuevo acusaciones de haber abusado de menores de edad. Según ha podido saber LAS PROVINCIAS de fuentes del caso, 'Juanri' ya disfrutaba de un régimen semiabierto en el CIS (Centro de Inserción Social) de Picassent. Fue en ese periodo cuando supuestamente abusó sexualmente de una niña y de otras dos menores de edad en la Comunitat.
La operación llegó incluso a meterse dentro de la mismísima cñarcel de Picassent. Los agentes registraron su celda en busca de posibles pruebas de los hechos, como confirmaron desde el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
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El juzgado de Picassent decretó para él por esta nueva causa prisión provisional, comunicada y sin fianza, según el TSJ. Las diligencias fueron enviadas al juzgado de Instrucción 15 de Valencia y del juzgado de Massamagrell para investigar si 'Juanri' realizó tocamientos a esas tres menores de edad. Todavía cabe determinar si se trata de un delito de abusos o de agresión sexual en función de las fechas en las que se cometieron los delitos, según lo que determine el Código Penal aplicable, como explicaron también desde el Tribunal Superior.
'Juanri' cumplía un régimen de semilibertad muy estricto por la característica de los delitos que cometió. Desde que ingresó en prisión, pidió en dos ocasiones permisos penitenciarios en la cárcel de Picassent. Se los denegaron en ambas ocasiones. Pero él siguió intentando mejorar su situación. Reclamó el traslado a una cárcel de Cuenca. Un centro penitenciario más pequeño, en el que no hay tanta masificación de solicitudes y donde aparentemente es más fácil conseguir estos permisos. Después, cuando le concedieron el tercer grado, volvió a Picassent para disfrutar de su semilibertad.
'Juanri' había vuelto a trabajar en la empresa de sus padres. Lejos de reinventarse, en cuanto ha tenido la oportunidad, ha reincidido. El que se presentó al mundo como el simpático profesor infantil con 'El Blog de Juanri' resultó ser todo un monstruo. Se dedicaba a gestionar foros de contenido educativo y ganó gran popularidad entre profesores y alumnos bajo el pretexto de ser un estudiante de maguisterio. Hasta que logró su verdadero cometido: poderse acercar a sus presas. Niños inocentes de los que abusaba y utilizaba para grabar material de pornografía infantil.
Fue en 2011 cuando puso en marcha su blog. Su popularidad y fachada carismática le permitió ganarse la confianza de todo el mundo y a partir de 2014 comenzó a visitar centros escolares por toda España y también por el extranjero. En concreto, el pederasta se paseó por 74 colegios. La Guardia Civil contó con la colaboración de un hacker y la madre de una de las niñas de las que había abusado para lograr desenmascarar al pedófilo. Consiguieron probar que 'Juanri' fotografiaba a niñas con la excusa de emplearlas para su blog y cuando conseguía quedarse a solas con las pequeñas les hacía posar en ropa interior, bañador o bikini.
Los agentes localizaron en sus archivos gran cantidad de material de pornografía infantil con la colaboración de un pirata informático que consiguió introducirse en el ordenador del pederasta y encontró un vídeo en el que abusaba sexualmente de un menor. Además, tenía 131 archivos de vídeo de contenido de pornografía infantil y 277 archivos con imágenes de la misma naturaleza.
En un principio, tanto la acusación particular como la Fiscalía solicitaban para el depredador de niños una pena de 22 y 20 años de prisión respectivamente. Sin embargo, terminó llegando a un acuerdo con las partes y aceptó una condena de siete años y tres meses de prisión que terminaba este mes de septiembre. En su momento, indemnizó a los representantes legales del niño de 9 años del que abusó de manera continuada. Aprovechaba que le daba clases de repaso para realizarle tocamientos y besarle. Ahora, al camaleón se le ha vuelto a caer la careta.
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