El jurado declara culpable de asesinato al hombre que mató a golpes a su vecino en Paterna

El jurado popular ha declarado culpable de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento al hombre que mató a golpes a su vecino en Paterna. El fiscal y la acusación particular reclamaron 25 años de prisión al principio del juicio, pero rebajaron la petición de pena a 22 años y medio de cárcel al apreciar el jurado la circunstancia atenuante de arrebato.

Tras el veredicto por unanimidad de los nueves ciudadanos, el magistrado presidente del tribunal de la Audiencia Provincial de Valencia dictará sentencia y establecerá la condena. Los violentos hechos ocurrieron el 11 de marzo de 2019 en el conflictivo barrio de La Coma en Paterna. Francisco José B. D., de 34 años, propinó golpes, puñetazos y patadas por todo el cuerpo y de forma sorpresiva a Joaquín Mir Vilches, de 43 años, que llevaba en las manos unas bolsas con la compra y no pudo defenderse.

Aunque el procesado declaró en el juicio que se lo quitó de encima y sólo le dio un golpe en el estómago, los testigos aseveraron que le desfiguró la cara a puñetazos. La brutal agresión tuvo lugar delante de la mujer y el hijo menor de la víctima, quien pidió a Francisco José que dejara de golpear a su padre cuando este ya estaba en el suelo.

Según la investigación policial, las parejas del acusado y la víctima habían discutido sobre las 7.30 horas de la mañana de ese mismo día por los ruidos que hacía la familia de Francisco José B., que vivía en la planta superior, e incluso la suegra del procesado había dado un guantazo a la mujer de Joaquín y esta le había devuelto el manotazo.

Horas después, la víctima recibió la paliza mortal en la puerta del edificio donde residía en la calle Albal de Paterna. Según la versión de Francisco José B., su pareja cayó al suelo y él la defendió de una supuesta agresión del hijo de Joaquín. También insinuó que otros individuos podrían haber agredido a su vecino.

Pero las acusaciones explicaron a los miembros del jurado que Joaquín cayó al suelo de rodillas y quedó semiinconsciente tras los golpes que le propinó el procesado, «situación que aprovechó para continuar pegándole patadas en el pecho y la cara», según Estefanía Sayago, la abogada que representa a la mujer y el hijo de la víctima.

El fiscal Antonio Gastaldi aseveró que el homicida «aumentó de forma intencionada el dolor de la víctima y sin importarle las consecuencias de su acción». La víctima fue trasladada por un vecino a un centro hospitalario, pero falleció a causa de un traumatismo torácico.

Según Sayago, el acusado golpeó con tanta violencia a Joaquín que sufrió escoriaciones en los nudillos. El jurado popular considera probado los hechos que relataron en el juicio las acusaciones. El letrado Juan Signes, que ejerce la defensa del presunto asesino, aseguró que la muerte de Joaquín no se produjo como consecuencia directa de los puñetazos que recibió, sino por una cardiopatía que la víctima padecía, pero su alegato no convenció a los miembros del jurado tras las pruebas testificales que valoraron en el juicio.