La madre de Marta Calvo: «Que se hubiera suicidado antes de matarla, es un cobarde»

La decimoctava sesión y una de las más tensas de todo el juicio por el caso de Marta Calvo. En la sala han dicho más los gestos, los susurros y los semblantes que las declaraciones. Era la última palabra para Jorge Ignacio, el acusado de asesinar a la joven Marta Calvo y a otras dos chicas; y la desaprovechó entre mentiras y contradicciones. Así lo ve la madre de Marta.

«No dice la verdad, y lo peor es que me voy sin saber dónde está mi hija», dijo Marisol Burón entre lágrimas a la salida de la sesión en la Audiencia de Valencia. A las preguntas de los medios de comunicación Marisol tan sólo pudo pronunciar escasas palabras. Pero aún así se mostró tajante con respecto al acusado y manifestó su incredulidad ante sus palabras.

«Ha dicho que se quería suicidar, por qué no lo hizo, es un cobarde, pues tendría que haberse suicidado antes de matarla, antes de asesinar a todas, es un cobarde», repetía entre llantos y reconocía su dolor por no saber dónde está el cuerpo de su hija.

«Mentiras y contradicciones», dijo, que por supuesto llenaron la declaración de Jorge Ignacio. La madre de la desaparecida se preguntaba cómo podía decir que todos los profesionales del cuerpo de policía mienten. «Cómo puede decir que la Guardia Civil miente, que los forenses mienten y que han falseado los informes, personas que son expertas y con experiencia y él qué es, un santo, y todo el mundo miente», dijo elevando la voz.

Y lo cierto es que esta sesión valió más por lo que no se dijo, por lo que se pudo intuir. La propia magistrada presidenta del Tribunal, Clara Bayarri, tuvo que llamar al orden a los letrados por haber estado gesticulando durante la declaración de Jorge Ignacio, inlcuso, antes del turno de las preguntas del jurado popular, les advirtió que la ley «prohíbe gestos, de aspavientos y todos esos gestos que hayan visto en esta sala no los tengan en cuenta, como si no hubiesen acaecido».

Después está todo lo del acusado. Antes de las preguntas de su abogada y al haberse negado a contestar las de la acusación particular y las de la Fiscalía, la magistrada estimó oportuno que tanto el Ministerio Fiscal como las partes leyeran las preguntas en voz alta. No todas se quedaron sin respuesta, proque Jorge Ignacio se revolvía en la silla. Llegó a contestar algunas pese a las indicaciones de silencio de su abogada. No dejó de gesticular.

La propia madre de Marta Calvo le llamó mentiroso durante el juicio. «Miente, no ha dicho la verdad, y lo peor es que yo me voy sin saber dónde está mi hija. Confío en la justicia, ojalá le caiga todo el peso de la ley».

«¿Desea dar una nueva ubicación del cuerpo de Marta Calvo?»: una de las 50 preguntas que hace el jurado

• Temas
• Marta Calvo Burón