Miguel Ricart se sentará otra vez en el banquillo antes de seis meses

Es decir, volverá a ser acusado formalmente en un juicio en fechas próximas a mayo, el mismo mes en el que comenzó, en 1997, la vista oral por el triple crimen en la que acabó condenado. Como si nada hubiera cambiado en 26 años. Todo ello, obviamente, si su estado de salud no se deteriora aún más por el consumo de drogas, una mala costumbre a la que Ricart ha regresado, según han manifestado las personas que le han auxiliado en esta última etapa en la capital catalana.

Tampoco se sentaría en el banquillo si, a través de su abogado, consigue reunir pruebas suficientes para tumbar la acusación de los Mossos d'Esquadra.

De momento, han informado las mismas fuentes, se sigue la instrucción de su causa por tráfico de droga en el juzgado de instrucción número 25. Fue este órgano judicial el que recibió la denuncia de un vecino de la zona del Raval en el que se alertaba de la presencia de numerosos consumidores de estupefaciente en un viejo edificio del Raval. Fue la antesala del arresto de Ricart y otro individuo con el que supuestamente apareció implicado en el negocio ilícito.

La investigación del caso, ahondan las fuentes consultadas, pasa necesariamente por el análisis de la sustancia decomisada y la toma de declaración a testigos que puedan atestiguar el delito que se imputa a los dos sospechosos.

Quienes auxiliaban a Ricart en estas fechas han manifestado que su interés era pasar completamente desapercibido y que en los últimos años ha vivido con temor a ser reconocido. La prueba es que salió despavorido entre una nube de periodistas que le perseguía cuando salió de prisión en 2013. Ya entonces no le faltaron ofertas para sentarse en un plató de televisión, pero jamás ha aceptado. Quiso esfumarse y no lo ha conseguido.

Ahora, lo tiene más difícil, con un juicio en el horizonte y la obligación de presentarse periódicamente para firmar y ratificar así que sigue localizado y próximo a Barcelona hasta que llegue el momento de su juicio. Fue esta la medida cautelar que le impuso el juzgado de guardia catalán en el que compareció tras su reciente arresto. Como no tenía antecedentes computables para esta causa y pudo aportar un domicilio conocido, no ha trascendido cual, el juzgado que recibió su declaración estimo que no era pertinente enviar a Ricart a prisión provisional. Tampoco el fiscal que intervino en la comparecencia solicitó esta medida a la vista de las diligencias y la situación personal del sospechoso. Será a principios de año cuando el asesino de Alcàsser tenga su primera comparecencia para firmar.