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Un coche patrulla de la Policía Nacional entra en la sede de Zapadores, con una red protectora en su fachada ante los desprendimientos. damián torres

Interior retrasa la reforma de Zapadores tras décadas de promesas incumplidas

El Gobierno situó el inicio de los trabajos en el último trimestre, pero la lentitud de los trámites administrativos pospone su arranque a 2023

Martes, 13 de septiembre 2022, 00:10

El Gobierno ha dotado a la Comunitat de la cifra de policías nacionales y guardias civiles más alta de la historia: más de 14.000 efectivos que se desglosan en 7.195 policías nacionales y 7.449 guardias civiles en activo. El problema es ... que la mayoría de los miembros del primer cuerpo trabajan en Valencia en una sede deplorable por su estado: el antiguo cuartel de Zapadores.

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Y las obras de remodelación que habrán de convertir el histórico edificio en una moderna sede policial vuelven a retrasarse: de finales de este año a mediados del próximo, una fecha 'horizonte' que lleva ya años alejándose para disgusto de los policías que allí trabajan entre mala climatización, goteras, desplomes o soluciones provisionales e impropias para una Policía Nacional del siglo XXI.

En mayo del año pasado, después de más de dos décadas de anuncios, promesas de inversión, reformas parciales e indignación por parte de los sindicatos policiales por el ruinoso estado de Zapadores, Gobierno y Generalitat volvieron a escenificar en Valencia la enésima promesa sobre el proyecto y sus loables propósitos: reconvertir el viejo y deficiente edificio en «una sede moderna para el futuro que mejore el trabajo de los agentes y el servicio a los ciudadanos».

Pero eso era si se cumplían los plazos y no surgían nuevas prioridades o urgencias presupuestarias que obligaran a aplazar, una vez más, la principal deuda que el Ejecutivo arrastra con la Comunitat en materia de infraestructura policial.

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La propia delegada del Gobierno en la Comunitat, que entonces era Gloria Calero, reconoció que la reforma de Zapadores arrastra una estela de tropiezos: «Tras muchos anuncios e intentos fallidos por fin hoy vemos el camino para que sea realidad un sueño añorado por la policía», celebraba la exmandataria gubernamental.

El director general de la Policía, Francisco Pardo, fue quien expuso los detalles esenciales: se trata de una inversión de 30 millones de euros, cifra que se anunció ya a mediados de 2019, y convierte el proyecto en «el esfuerzo en infraestructuras policiales más importante de España». Está llamado a convertir Zapadores en una suerte de moderna ciudad de la Policía que sustituya en importancia y cantidad de unidades a la Jefatura Superior de la calle Ramón y Cajal.

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Dos años de trabajos

La intención en la primavera del año pasado era que el proyecto se revisara en el primer trimestre de 2022, saliera a concurso la obra en el segundo y, ya en el tercero, si todos los trámites administrativos iban viento en popa, arranquen al fin las obras. «Durarían 24 meses y se harían en una sola fase», avanzó Pardo.

¿Qué ha sucedido y cual es la situación actual? Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía consultadas por LAS PROVINCIAS, en junio el proyecto obtuvo el visado del Colegio de Arquitectos y aún queda la licitación de la obra, prevista en el cuarto trimestre de este año. Y, ya si no hay nuevos baches, las máquinas y operarios entrarían al fin en Zapadores entre el primero y el segundo trimestre del año próximo.

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El complejo policial de Zapadores lleva en funcionamiento desde 1987. Con una superficie de más de 34.000 metros cuadrados, las obras de remodelación afectan casi a su mitad. El nuevo edificio está llamado a acoger la inmensa mayoría de las unidades policiales que hoy operan en Valencia, incluidas algunas que hoy están en la Jefatura Superior de Ramón y Cajal. Además, habrá un aparcamiento subterráneo con 163 plazas. Pero, como hasta ahora, todo en el papel y en el horizonte.

Sindicatos policiales como Jupol llevan ya mucho tiempo urgiendo la reforma de Zapadores y detallando el sinfín de problemas que acarrea trabajar en un edificio que sigue a años luz de lo que la Policía Nacional merece y necesita. «Es una indecencia el retraso constante de las obras de reforma», valoran.

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A su entender, «desde que el director general de la Policía diera la rueda de prensa, se siguen atrasando las obras». Esto está generando «serias dificultades en el trabajo policial, pues la limitación de espacios en el complejo de Zapadores ronda entre el 40 y el 50%. Gran parte del edificio está precintado al estar declarado como ruinoso».

Además, «en los espacios que hay abiertos, en muchos casos, se produce un riesgo para los funcionarios, pues las condiciones de estas dependencias incumplen las normas de prevención de riesgos laborales».

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Jupol considera «urgente y necesario» que se acometa «lo antes posible» la reforma del complejo «para que las dependencias se puedan desarrollar acorde a las necesidades de la Jefatura».

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