«No hemos parado de pedir que la ingresaran y al final ha matado a alguien»

La acusada de este crimen, que fue trasladada desde el Hospital Universitario de la Ribera, donde había estado ingresada en las últimas jornadas, llegó al juzgado de Sueca minutos después de las nueve de la mañana para prestar declaración ante el titular del juzgado 1 de la capital de la Ribera Baixa.

A media mañana, y ante la necesidad de que la detenida fuera examinada psicológicamente, llegó hasta las instalaciones judiciales un vehículo de la Conselleria con una profesional que determinó el estado de la acusada.

Posteriormente, y minutos después de las dos de la tarde, la acusada fue trasladada de nuevo por un vehículo de la Guardia Civil.

A lo largo de la mañana, y sin poder reprimir las lágrimas por la situación, la madre de la acusada, en declaraciones a LAS PROVINCIAS, tras lamentar mucho lo ocurrido, ha recordado que la familia «llevamos un año advirtiendo de que la tenían que ingresar en un centro psiquiátrico porque no está bien. No había necesidad de que tuviera que llegar a matar a una persona».

La mujer, de nacionalidad boliviana, como su hija, ha explicado que la joven, que apenas hace 15 días que había cumplido los 18 años de edad, comenzó a tener problemas de salud mental hace aproximadamente tres años: «He hecho todo lo posible por ella, he cambiado de trabajo, he ajustado mis turnos para cuidarla y aún así ha pasado esto», se ha lamentado.

Esta vecina ha explicado que en todo el proceso de atención de su hija «no se ha saltado ni una sesión de atención psiquiátrica. El problema es que cuando tenía un brote psicótico la trataban, le daban la medicación y la mandaban a casa», ha explicado.

La madre de la detenida ha explicado que cuando ha entrado en el juzgado «ni me ha reconocido. Iba como un zombi». Posteriormente, un agente de la Guardia Civil le ha entregado una bolsa con pertenencias de su hija.

Con respecto a la relación que podía mantener con el hombre fallecido, la familia de la detenida ha señalado que lo ignoran: «En el estado en que estaba no nos contaba nada de lo que hacía. Salía y ya está. No se le podía preguntar nada porque reaccionaba muy mal».