«Tú no podrás ser feliz»

La preocupación sigue instalada en el mismísimo corazón de la lucha contra la violencia de género. Regina R. A., la mujer de 48 años desaparecida desde el viernes y que refirió unos supuestos malos tratos a la asociación que la ampara en Valencia, denunció hace un mes una agresión en la calle, como confirmaron fuentes de Alanna. Al mismo tiempo, expuso en esa misma denuncia unas amenazas telefónicas por parte de su anterior pareja: «Tú no podrás ser feliz» fue el sentido de la frase que asegura que leyó en su aplicación de mensajería instantánea.

Según ha podido saber este diario de personas muy próximas a la desaparecida, la agresión sucedió el 4 de julio, cuando Regina ya estaba en Valencia después de instalarse en la ciudad huyendo de unos supuestos malos tratos en Andalucía que no llegó a denunciar pero sí reveló a la entidad que le presta auxilio.

Ella se encontraba en uno de los espacios públicos de Valencia donde desarrolla su trabajo (lo omitimos en aras de su protección) cuando se le aproximó un hombre. Como esta persona llevaba mascarilla, explicó, no pudo distinguir si se trataba de su anterior pareja o de alguien vinculado a él. Lo cierto es que el relato de la agresión acabó, esta vez sí, en denuncia policial.

Regina estaba sola cuando sufrió las lesiones. Expuso que el desconocido se le aproximó por detrás de manera sorpresiva, la agarró del cuello, la zarandeó y la lanzó al suelo. No parecía un atraco porque el agresor no se llevó sus pertenencias, como detallan las mismas fuentes. La víctima fue atendida en un centro de salud de Valencia. Los médicos confirmaron que presentaba cervicalgia y una contusión en la rodilla derecha y hubo un parte de lesiones que se acompañó a la denuncia.

En ese mismo escrito, la denuncia interpuesta el 5 de julio, Regina hizo constar un asunto de su pasado al entender que podría ser de interés de cara a las investigaciones: antes de trasladarse a Valencia desde Andalucía había recibido unos mensajes amenazantes a través del teléfono móvil. Los atribuye a su expareja a la que decía tener miedo. En esencia, y siempre según su versión, él le indicaba que ella no iba a ser feliz en modo alguno si él tampoco lo era. Para sentirse más tranquila, la andaluza optó por cambiar el número de su teléfono móvil al mismo tiempo que ponía tierra de por medio.

Pero la paz en su intento de nueva vida no ha sido posible. Primero llegó la agresión y ahora la extraña desaparición que el sábado avanzó LAS PROVINCIAS. Y ambos hechos en un entorno similar: los espacios de las calles de Valencia en los que la mujer desarrolla su trabajo. Desde el viernes de madrugada nada se sabe de ella y, al cierre de esta edición, no había sido localizada. La Policía Nacional continuaba las investigaciones pendiente de su teléfono móvil, los movimientos bancarios o testimonios de su entorno más íntimo.

Según fuentes de Alanna, Regina estaba «muy feliz e ilusionada» con la oportunidad laboral que le brindaba Integras Tú, la empresa de reinserción con la que trabaja la organización. Pero al mismo tiempo lidiaba con el miedo después de la agresión sufrida a principios de julio. La definen como «muy comunicativa y abierta», por lo que en Alanna están convencidas de que su desaparición no es voluntaria. Suplican que cualquiera que pueda aportar pistas sobre su paradero contacte con el 091.