Amenaza con quemar una discoteca en Puerto de Sagunto tras gritar: «¡Vais a morir, infieles!»

Los hechos sucedieron sobre las seis de la madrugada después de una discusión entre dos hombres por causas que no han trascendido. Una de las camareras de la discoteca avisó a los vigilantes de seguridad para que apaciguaran los ánimos, pero el varón marroquí reaccionó con agresividad y lanzó varios puñetazos. Estaba muy exaltado, gritaba palabras en árabe y amenazaba con prender fuego a la discoteca.

El individuo propinó un puñetazo a un joven y también trató de golpear a uno de los vigilantes, por lo que estos se abalanzaron sobre el hombre y lo inmovilizaron tras un forcejeo. El portero de la discoteca también acudió para ayudar a reducir al violento magrebí.

Después de engrilletarlo, los empleados de la discoteca llamaron al 091 para informar del incidente y trasladaron al individuo a una habitación mientras esperaban la llegada de la Policía Nacional. Los gritos y las amenazas de muerte provocaron un pequeño revuelo en el local, pero la mayoría de jóvenes siguieron tomando copas y bailando como si no hubiera ocurrido nada.

Poco después, dos agentes de la Policía Nacional detuvieron al marroquí y lo trasladaron a la comisaría de Sagunto para identificarlo plenamente y comprobar si este individuo tiene algún vínculo con grupos yihadistas, se ha radicalizado y supone un peligro o profirió las amenazas en un episodio aislado de ira.

Los vigilantes de la empresa Levantina de Seguridad acudieron a la comisaría de Sagunto para presentar la correspondiente denuncia y manifestaron que tienen miedo de que este individuo «pueda cumplir sus amenazas». También informaron a la Policía que las cámaras de vigilancia de la discoteca podrían haber grabado los hechos.

La frase en árabe «¡Allahu akbar!» tiene un origen religioso y significa «Dios es grande», pero se relaciona con el terrorismo al ser utilizada por islamistas, como los asesinos que perpetraron la masacre en el diario francés Charlie Hebdo o el joven que degolló a un profesor en la ciudad francesa de Arrás.

Las otras dos frases amenazantes («¡voy a a quemar la discoteca con todos dentro!» y «¡vais a morir, infieles!») anuncian la intención de causar un mal a las personas que se encontraban dentro del local de ocio, por lo que el detenido podría ser procesado por un delito de amenazas