Desarticulan una de las organizaciones criminales más importantes dedicadas al robo de cable de líneas telefónicas

Agentes del Equipo de Investigación de la Guardia Civil de Tobarra y del Área de Investigación de la Guardia Civil de Crevillente (Alicante), dentro del marco de la operación «Corteco-Creteco» han detenido a cuatro personas e investigado a otras dos más como presuntas autoras de la comisión de 32 delitos por robo con fuerza, de cableado de cobre de línea telefónica, otro de desórdenes públicos y otro más de pertenencia a organización criminal.

Con la explotación de esta operación policial se da por desarticulada una de las organizaciones criminales más importantes dedicadas al robo de cable de líneas telefónicas de las provincias de Albacete, Alicante y limítrofes.

Los detenidos de 31, 39, 49 y 54 años de edad son vecinos de Elche y Crevillente, y los investigados, de 33 y 57 años de Murcia y Crevillente, contando alguno de ellos con antecedentes anteriores por hechos similares contra el patrimonio.

Las investigaciones se remontan al mes de febrero del año 2018, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la comisión de un robo de cable de cobre telefónico en el término municipal de la localidad Nerpio, a los que siguieron otros similares cometidos en varias localidades de la provincia albacetense.

El modus operandi utilizado era similar en todos ellos, lo que hizo que la Guardia Civil diseñara un patrón delincuencial para tratar de averiguar la identidad de las personas que se encontraban detrás de estos robos, que en la mayoría de las ocasiones dejaron sin servicio de telefonía fija e internet, hasta que el tendido sustraído fue repuesto, a los vecinos de las poblaciones afectadas.

Igualmente estos cortes de suministro afectaron a infraestructuras de servicios esenciales como depuradoras de agua potable que daban servicio a las citadas poblaciones al depender su funcionamiento de las conexiones a Internet.

Las localidades afectadas por estos robos en la provincia de Albacete fueron, Yeste, Letur, Molinicos, Nerpio, Elche de la Sierra, Hellín, Ontur, Pozohondo, Pozocañada y Alcaraz, y Dolores y San Vicente del Raspeig en la de Alicante.

Las diversas gestiones realizadas por las unidades investigadoras de la Guardia Civil les llevó a ubicar a los componentes de la organización criminal en la localidad alicantina de Crevillente, donde disponían de una importante infraestructura para almacenar, tratar y disponer para la venta, el cable de cobre sustraído en los diferentes robos.

En la fase final de la operación y con las pruebas recogidas en las inspecciones oculares realizadas en los escenarios de los robos y las obtenidas en las distintas fases de la investigación, se realizaron tres registros, uno de ellos en una vivienda y los restantes en dos almacenes anexos a esta.

Estos almacenes albergaban una instalación especializada en el almacenaje y limpieza del cableado de cobre, mediante una técnica de quemado, así como un taller en el que elaboraban las herramientas necesarias para perpetrar los robos de este metal, incautándose en su interior numerosas cizallas, tijeras y utensilios para escalar los postes telefónicos y cortar el cable.

Igualmente se intervinieron chalecos de trabajo que imitaban los propios de las compañías de mantenimiento de las líneas telefónicas y, que eran usados por los detenidos para pasar desapercibidos cuando realizaban el estudio de las líneas que posteriormente sustraían.