![Robo de catalizadores en Valencia | Oleada de robos de catalizadores de vehículos en Valencia](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202209/22/media/cortadas/robos-catalizadores-keDG-RG7y0mFBKvdM0L3669a1oeJ-1248x770@Las%20Provincias-LasProvincias.jpg)
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Los robos de catalizadores se han disparado en los últimos meses en la provincia de Valencia. Muchos conductores no saben que llevan un pequeño tesoro en los bajos de su vehículo, un cilindro que contiene metales preciosos como el paladio, rodio y platino, ... hasta que los ladrones desmontan o cortan los tubos de escape de varios coches en una calle poco iluminada.
Los catalizadores se han convertido en un objeto de deseo de los delincuentes, y prueba de ello son las bandas que asaltan empresas de alquiler de vehículos, carpas de concesionarios y naves industriales en busca de los codiciados metales. Un gramo de rodio cuesta unos 460 euros, mientras que el precio del gramo de paladio se sitúa en 70 euros, y por un gramo de platino pagan cerca de 30 euros. Los precios parecen un incentivo suficiente para el sector del reciclaje y para los ladrones de metales preciosos.
Las furgonetas, camiones y todoterrenos son los principales objetivos de los ladrones. Sus tubos de escape son más grandes y contienen mayor cantidad de rodio o platino. Además, los delincuentes tienen menos dificultades para desmontar las piezas o cortarlas con una radial al tener más espacio para maniobrar bajo los vehículos. Un catalizador con medidas estándar puede tener unos miligramos de rodio, dos o tres gramos de paladio y cinco o seis gramos de platino.
La Guardia Civil y la Policía Nacional han llegado a recibir entre 10 y 15 denuncias por robos de catalizadores en una semana durante este verano, y algunos propietarios de vehículos fueron víctimas de estos delitos dos veces en poco tiempo. Tras la oleada de robos, una empresa optó por desmontar los tubos de escape de los automóviles para custodiarlos con mayor seguridad en otro recinto.
Torrent, Paiporta, Alfafar, Sedaví o Paterna son algunas de las localidades donde han actuado los ladrones de metales preciosos. El pasado 25 de agosto, la Guardia Civil detuvo a dos jóvenes de nacionalidad rumana y moldava al sorprenderlos cuando estaban desmontando el catalizador de un vehículo en Paiporta.
Tras registrar el coche de los individuos arrestados, los agentes encontraron en el maletero cuatro tubos de escape que acababan de robar. Los dos ladrones residen en Madrid y se desplazaron a Valencia para delinquir, según las investigaciones.
Los catalizadores tienen una coraza de acero, una matriz cerámica y una serie de tubos metálicos para tratar los gases del tubo de escape con un recubrimiento interior de rodio, platino y paladio. Para reciclar estos materiales se trituran y se obtienen los metales preciosos con un proceso metalúrgico muy complejo, según fuentes de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER).
En España es muy difícil extraer y vender estos metales, y por ello, los grupos delictivos suelen reciclarlos en el extranjero. De esta forma, los investigadores de la Policía o la Guardia Civil tienen más dificultades para seguir el rastro delictivo y los ladrones obtienen también mayores beneficios económicos. Otras bandas roban catalizadores para luego venderlos en el mercado negro de piezas de vehículos.
Ante la oleada de robos de catalizadores en la provincia de Valencia, la Guardia Civil ha intensificado las inspecciones en desguaces y centros autorizados de tratamientos de metales. La estrategia policial consiste en detectar la posible compraventa de aparatos robados que tienen salida en un mercado ilegal.
Los conductores deben reemplazar obligatoriamente la pieza para pasar la ITV. La mayoría de afectados por estos robos presentan una denuncia para que el seguro cubra los gastos de reposición de la pieza y montaje en un taller. Otros adquieren los catalizadores en desguaces, aunque estos también han sido víctimas de asaltos por parte de las bandas que roban metales preciosos.
Las compañías de seguros están pagando entre 400 y 5.000 euros por cada expediente resuelto con reposición de la pieza en función del tamaño y antigüedad de la misma, los daños causados por los ladrones en los bajos del vehículo y el modelo de filtro de partículas del catalizador.
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