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N. Ortega
Valencia
Viernes, 2 de junio 2023, 17:39
Se llamaba Romina Celeste Núñez Rodríguez y desapareció la Nochevieja de 2018, justo cuando el año 2019 celebraba sus primeras horas. Se trataba de una joven paraguaya de 29 años, madre de dos niños, que fue vista por última vez en la isla de Lanzarote (Las Palmas). Vivía con su marido en Costa Teguise.
Su marido, Raúl D. C. denunció su desaparición una semana después. En ese momento, alegó que no había acudido antes a las fuerzas de seguridad porque no era la primera vez que su esposa cortaba todo contacto con él tras una discusión.
La Guardia Civil sospechó de él y detuvo al marido el 13 de enero de 2019 después de hallar indicios razonablemente suficientes para presuponer la autoría del detenido en los hechos. Romina se convirtió así en la primera víctima mortal por violencia machista en el año 2019.
Su marido se defendió y explicó que habían discutido, pero que no la había matado. Confesó a la Guardia Civil que se la encontró muerta y que, asustado porque había consumido drogas, primero intentó quemar el cuerpo en el jardín de su casa y después lo arrojó sus restos en diferentes puntos de la costa de Lanzarote.
La Guardia Civil descubrió que Romina se había casado apenas tres días de recibir una paliza. No había sido la única vez. Ella vivía tan angustiada que escribió a un familiar que tenía que poner fin a la relación porque la siguiente paliza la mataría.
Los agentes encargados de la investigación buscaron en el mar el cuerpo de Romina. Un perro detectó su rastro pocos días después: el animal era de los mejores en este tipo de trabajos, ya que fue el mismo que encontró al niño Gabriel y el que, tiempo más tarde, detectó un rastro de la joven Laura Luelmo en casa de su presunto asesino, Bernardo Montoya.
Así, días después de la desaparición, se encontraron restos de tejido del pulmón de la víctima en la costa. El agresor estaba en prisión provisional desde el 13 de enero de 2019, con cargos por homicidio y malos tratos.
El juicio en la Audiencia Provincial de Las Palmas comenzó el viernes, 2 de junio, en la Ciudad de la Justicia de la capital grancanaria. Al acusado se le enjuicia por homicidio, maltrato habitual, lesiones de violencia de género y profanación de cadáver.
El acusado de la muerte de Romina, Raúl Díaz, ha reconocido en el juicio todos los hechos de los que se le acusa. El caso ha dado así un giro de 360 grados porque, hasta el momento, el acusado nunca había afirmado que acabó con la vida de su pareja la Nochevieja de 2018.
De la misma manera, ha aceptado de conformidad la condena. En total, las partes han pactado una condena total de 15 años, nueve meses y cuatro días de prisión.
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