ADA DASÍ
Jueves, 20 de enero 2022
moncadA. La última vez que Carmen vio con vida a su padre, Luis Bisbal, de 85 años, en la residencia de Moncada fue la semana pasada. La noche del martes a las tres de la madrugada sonó su teléfono desde el número del centro pero no pudo cogerlo porque no llegó a tiempo. Tras insistir devolviendo la llamada, una hora más tarde pudo comunicar con ellos. Era la peor noticia que podía recibir, su padre había fallecido en el incendio. «Me lo han quemado, me lo han quemado», repetía sin consuelo tras colgar el teléfono.
Publicidad
Una vez se desplazaron hasta allí, mientras el incendio seguía en marcha, recibieron la confirmación por boca de una enfermera «no hemos podido hacer nada por él». Ayer dos miembros de la familia recibieron una llamada de la Policía Nacional para hacerse las pruebas de ADN que confirmaran oficialmente si el padre de Carmen es uno de los fallecidos. Al parecer era uno de los residentes que ocupaban una de las habitaciones más afectadas por las llamas.
La familia está consternada por la muerte de Luis que era muy conocido en el geriátrico, donde estaba ingresado desde hace 15 años debido a su enfermedad degenerativa que le impedía moverse. «Tal y como lo dejaban se quedaba pero él tenía todo el conocimiento y cuando iban a verlo preguntaba por todos», explica su yerno, Aurelio. Por ello, «lo que más sentimos es no haber podido despedirnos». Además, debido al protocolo anticovid, en las visitas no podían tener contacto directo con él como un abrazo o un beso, algo que ahora echarán más en falta.
Los sentimientos de dolor y tristeza se han mezclado con la impotencia porque «nadie nos informa de nada». «No sabemos cuando nos podremos hacer cargo del cuerpo. Hay familiares que han venido adrede pero no sabemos cuando podremos enterrarlo», asegura Aurelio, mientras, «tratamos de pensar en otras cosas para quitárnoslo de la cabeza».
Pero lo que tienen claro es que «queremos explicaciones de lo que ha pasado, hay muchas cosas que no están claras», señala y avanza que la familia ya se ha puesto en contacto con un abogado para poner el caso en sus manos, una vez se tenga el informe oficial sobre las causas del incendio.
Publicidad
La familia de Luis Bisbal no es la única que ha tenido que hacerse las prueba de ADN y también se ha llamado a familiares de otra de las víctimas, un hombre de 67 años de edad, el más joven de los seis fallecidos y también con movilidad reducida.
La Conselleria de Sanidad informó ayer sobre el estado de salud de los 15 residentes ingresados, cinco de los cuales fueron dados de alta, y tres están graves. En total, quedan una decena de ellos: tres en el Hospital General de València, una en el Doctor Peset, otras en el Arnau, dos en el Clínico, que las han derivado a la Malvarrosa, otra dos en La Fe y una en Manises.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.