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R. D.
Viernes, 8 de abril 2022, 00:54
La Policía ha aumentado la vigilancia en los últimos días en el barrio del Xenillet después de que regresaran a Torrent varios familiares ... de los tres hombres detenidos y encarcelados por el tiroteo mortal del cementerio. El dispositivo policial es preventivo para proteger tanto a los Marco, el clan que habría recibido otra vez amenazas, como a los miembros de los Bocanegra, quienes habrían anunciado un mal grave, presuntamente, al otro clan rival de etnia gitana.
El refuerzo policial consiste en patrullar con más frecuencia las calles del conflictivo barrio y sus accesos, como ya hizo la Policía en varias temporadas tras los enfrentamientos entre los dos grupos familiares, para identificar a sospechosos y comprobar si portan armas.
Tras regresar al barrio del Xenillet hace unos días, varios miembros de los Bocanegra han alardeado de que tienen armas de fuego, por lo que los vecinos temen que se pueda producir nuevas peleas o tiroteos.
En el operativo policial participan tanto patrullas de la Policía Local como patrullas de la Policía Nacional de Torrent. Los agentes de ambos cuerpos se han coordinado en otras ocasiones para realizar controles en la zona y apoyarse de inmediato cuando se registran incidentes violentos.
Como ya informó LAS PROVINCIAS, la Policía Nacional detuvo el pasado 4 de marzo a tres miembros del clan de los Bocanegra, un hombre y sus padres, por el tiroteo con dos muertos que tuvo lugar el día de Todos los Santos de 2021 en el cementerio de Torrent.
Un juzgado de Ciudad Real decretó el ingreso en prisión de las tres personas después de que estuvieran cuatro meses huidas tras el crimen perpetrado el 1 de noviembre de 2021. Los tres implicados se encontraban en una vivienda de la barriada del Carmen de Puertollano.
Tras tomarles declaración, el magistrado titular del juzgado decretó para los tres el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. El juez les imputa dos delitos de asesinato, uno de ellos consumado (el de un pariente lejano del clan rival de los Marco), y el homicidio de un hombre alcanzado por una bala perdida que nada tenía que ver en el enfrentamiento. Un joven de 20 años, hijo del primer fallecido, resultó herido de bala.
Tras el doble homicidio en el cementerio, los tres sospechosos pusieron tierra de por medio y escaparon en familia. Los dos hombres y una mujer, que tienen edades comprendidas entre los 43 y 53 años, son de nacionalidad española. El detonante del homicidio se encuentra en una larga rivalidad que incluso acabó a tiros en 2016 con dos personas heridas de bala en el Xenillet.
Algunas fuentes apuntaron a una disputa por el pedo de un niño como detonante, pero policías consultados por este diario están convencidos de que las diferencias entre algunos miembros de los dos grupos vienen de más lejos y guardan relación con el problema del tráfico de drogas en el barrio del Xenillet.
Lo cierto es que desde entonces los Bocanegra y los Marco fueron irreconciliables. Algunos de sus miembros se dispersaron por varios pueblos valencianos para evitar que la sangre corriera de nuevo.
Sin embargo, todo volvió a torcerse, una vez más, el pasado 1 de noviembre, cuando uno de los Bocanegra, el principal sospechoso, acudió al cementerio junto con otros familiares. Las rencillas resucitaron, salió a relucir un arma corta con munición de 9 milímetros y se gestó así la tragedia. En esta ocasión, con dos víctimas mortales.
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