El supuesto ideólogo de la red de extorsión a famosos, en busca y captura

Tono Sanmartín, supuesta víctima de una red de extorsión sexual liderada por adultos pero ejecutada por menores, no parecía afectado por el mal trago de declarar en la Fiscalía de Menores por un presunto chantaje. Salió de la comparecencia aparentemente feliz -pese a la gravedad del asunto- y atendió a los medios de comunicación tras darse un abrazo con una espontánea que le reconoció. Todo era algo extraño y en cierto modo sorpresivo para lo delicado de las diligencias en las que se ha visto envuelto como otro de los perjudicados.

La red estaba centralizada en el chantaje a famosos y personas con cierta relevancia económica con supuestas relaciones sexuales con menores. «Yo dije que no y quiero que se aclare la verdad», subrayó nada más abandonar la sede judicial. Se refería a un posible ofrecimiento sexual por parte de un joven que se hacía pasar por mayor de edad. Su declaración ha sido breve.

El que fuera peluquero de la burguesía valenciana ha asegurado que quiere que se aclare «la persona que está detrás de todo esto». Pero él ha negado que le gusten los menores -cualquier comportamiento sexual es delito- o la gente joven.

Preguntado acerca de cómo obtuvo el menor su teléfono si nunca estuvo con él, bromeó con los periodistas. «No sé si el teléfono se lo diste tú», indicó en referencia a uno de los informadores. A continuación, aclaró que había una persona que actuaba como intermediario de la trama. Pero no ha proporcionado más datos acerca de su identidad porque la investigación sigue su curso. «Se introdujo en la sociedad valenciana y ustedes se sorprenderían si conocieran a las otras víctimas. Hay muchos personajes que están metidos aquí», reveló.

Este hombre no ha declarado todavía en ninguna causa judicial. Se encuentra en paradero desconocido, pero existe una orden de busca y captura. Su testimonio puede ser clave para aclarar su papel en toda la trama. Si se trata simplemente de una persona que disponía de contactos de famosos y se desentendía de lo que posteriormente ejecutaban los menores o si por el contrario era, en realidad, el ideólogo de la extorsión. Esta persona, no obstante, cuenta con antecedentes delictivos en asuntos de similar naturaleza.

El perfil en redes sociales de este sospechoso recoge algunas imágenes en compañía de famosos. Algunas fuentes apuntan que tenía cierta proyección mediática e incluso había aparecido en programas de entretenimiento.

A Sanmartín, según relató, se le intentó chantajear con su matrimonio. Pero todo terminó tras poner en práctica una estrategia para liberarse de la presión del extorsionador. «Le dije que me había separado y que había cerrado la peluquería y me dejó en paz». Ambos hechos eran falsos, según ha admitido.

Además, tal y como añadió el pasado martes a LAS PROVINCIAS, advirtió al menor de que estaba grabando la conversación y que sus amenazas constituían un delito. Esto también contribuyó al fin de esas agresivas comunicaciones, siempre según la versión de Sanmartín.

El estilista aseguró que existen «más de cinco víctimas muy famosas», según sus propias averiguaciones. «Y hay gente que ha pagado. No sé el dinero, pero estos pedían el oro y el moro», indicó. El no precisó cuánto le pidieron a él.

Al parecer, la investigación judicial sólo cuenta con tres perjudicados o víctimas de estos hechos, entre ellos el prestigioso diseñador Francis Montesinos. «Él está muy afectado por todo esto. Hay que tener cuidado con la gente que se invita a casa. Estos eran como una mafia», señaló respecto a la presunta trama. No ha querido aclarar más detalles respecto a este extremo.

Otras fuentes precisaron, en cambio, que la extorsión estaba dirigida a Sanmartín pero la amenaza era desvelar que su pareja había mantenido relaciones con menores. Es decir, el objetivo era el peluquero, pero el objeto del chantaje su pareja. No obstante, Sanmartín no mencionó este dato y siempre hacía referencia a él. «Se lo diré a tus clientas», le decía el menor que se hacía pasar por adulto. Respecto a qué era exactamente lo que supuestamente iba a revelar, Sanmartín explica que pretendía difundir que para convertirse en modelo tenía que acostarse con él. De igual modo, otra de las amenazas era que le iba a contar a su marido que habían tenido relaciones sexuales.

El testigo se ha despedido de los periodistas, de nuevo, recurriendo al sentido del humor. «No te hagas famoso, que irán a por vosotros». Sanmartín era un prestigioso peluquero de la capital. Durante años, su local, ubicado en la zona noble de la ciudad, fue cita obligada de la burguesía. También numerosos políticos, especialmente del PP, acudían al establecimiento. De hecho, incluso Mariano Rajoy recurrió a sus habilidades durante uno de los famosos debates televisivos contra los líderes socialistas.