«No somos traficantes, nuestro producto no se considera droga»

Su andadura empezó en septiembre de 2021 «y hemos ido creciendo e industrializando procesos hasta convertirnos en una empresa referente a nivel nacional». A consultas de este diario, el gerente, Francisco Gómez, quiso ofrecer su versión: «Somos una empresa joven enfocada al proceso y transformación del cáñamo. Los servicios que ofrecemos se los proporcionamos a agricultores legalmente constituidos e inscritos».

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El material hallado en sus instalaciones «pertenece a agricultores de toda España y ha sido legalmente cultivado bajo supervisión de las fuerzas de seguridad», destaca Gómez.

Según incide, «no somos traficantes porque nuestro producto no se considera droga», es decir, «tienen un índice de psicoactividad por debajo del uno, que es lo que marca la normativa para diferenciar cuándo se considera un tóxico ilegal y cuando cáñamo industrial».

Gómez asegura disponer de todos los documentos que acreditan que su actividad con el cáñamo es legal, unos papeles «que las fuerzas de seguridad no se han dignado a revisar», según lamenta. Son más de 3.600 folios con los que la empresa confía en poder demostrar su inocencia durante la instrucción judicial y lograr el archivo de la causa por presunto delito contra la salud pública.