Cuatro individuos encapuchados asaltaron la casa de un conocido empresario en una urbanización de lujo en Bétera, lo maniataron delante de su mujer y su ... hijo de corta edad, lo torturaron con un collar de descargas eléctricas y le propinaron golpes en la cara para que les diera el dinero que supuestamente tenía en su domicilio.
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Los asaltantes robaron cuatro relojes de prestigiosas marcas, entre otras joyas, y también trataron de llevarse un vehículo deportivo de alta gama que estaba aparcado en el garaje, pero no lograron apoderarse de ninguna cantidad de dinero, según la denuncia que presentó la víctima.
Los gritos del empresario cuando le infligieron las descargas eléctricas alertaron a un vecino, que llamó por teléfono al servicio de seguridad privada de la urbanización. Los asaltantes también golpearon a la mujer de la víctima y amenazaron a la pareja con cortar una oreja a su hijo de 20 meses.
En el momento del asalto también se encontraba en el domicilio una asistenta del hogar, que no advirtió la presencia de los ladrones en la parcela mientras esperaban la llegada del empresario.
Según las investigaciones de la Guardia Civil, los delincuentes planearon muy bien el robo e incluso podrían haber vigilado a la víctima los días previos al asalto. También prepararon la huida por las instalaciones de un club de golf, una zona menos iluminada por la noche.
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La urbanización de Bétera donde reside el empresario cuenta con un servicio de seguridad privada que realiza rondas de vigilancia con coches eléctricos, más silenciosos que los vehículos con motor de gasolina o diésel, para no despertar a los vecinos por la noche. Incluso, los coche patrulla llevan un potente foco para iluminar las zonas más oscuras durante las rondas.
Los delincuentes, que se llevaron la llave del coche deportivo, también pretendían robar el vehículo tras quitarle las placas de matrícula, pero huyeron antes de lo previsto, al parecer, cuando vieron que se acercaba un vigilante en un coche patrulla.
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Los asaltantes fueron grabados por las cámaras de vídeo instaladas en un chalé contiguo, pero los delincuentes iban encapuchados y las imágenes, que ya han sido visionadas por los investigadores de la Guardia Civil, no tienen suficiente nitidez. Además, los ladrones utilizaron guantes para no dejar huellas en la casa.
Tras recibir el aviso del robo, varios vigilantes de seguridad y dos patrullas de la Guardia Civil acudieron con urgencia al domicilio de la víctima y cercaron la urbanización para tratar de impedir la huida de los asaltantes.
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Cuando los primeros agentes llegaron a la casa, el empresario estaba muy nervioso y tenía la cara amoratada por los golpes que acababa de recibir. La víctima se quejaba por las quemaduras leves y contracciones musculares que le habían causado las descargas eléctricas, por lo que fue trasladado a un centro médico.
Según informaron ayer fuentes policiales, los violentos hechos sucedieron el pasado mes de diciembre cuando el empresario regresó por la noche a su domicilio y los asaltantes, que lo estaban esperando dentro de la parcela y se hicieron pasar por guardias civiles, se abalanzaron sobre él y lo redujeron en la puerta del chalé.
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La víctima declaró ante la Guardia Civil que no guarda ninguna cantidad de dinero en su domicilio ni tiene caja fuerte, pero los ladrones no le creyeron y por este motivo lo torturaron tras maniatarlo con unas bridas.
Oleada de robos
Cerca de un centenar de víctimas han denunciado en los últimos meses robos en sus casas en urbanizaciones de Paterna, San Antonio de Benagéber, Bétera, Godella, l'Eliana y Ribarroja, entre otras poblaciones de la provincia de Valencia, aunque la mayoría de los delitos fueron cometidos por murcigleros que no utilizan la violencia contra las personas.
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El 112 recibe casi todos los días llamadas de vecinos que sorprenden a ladrones en sus casas o los ven saltar una valla. Como ya informó LAS PROVINCIAS, los delincuentes actúan de forma muy organizada y algunas noches han llegado a entrar en una decena de casas.
Los murcigleros roban dinero y joyas tras forzar una ventana o una puerta, y no suelen llevarse aparatos electrónicos, cuyos sistemas de geolocalización pueden delatarlos, ni objetos de valor que pesan mucho. Tampoco emplean la violencia contra las personas y prefieren huir cuando son descubiertos, porque saben que la segunda opción les permitiría eludir la cárcel, casi con toda seguridad, en el caso de que fueran detenidos.
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El 9 de diciembre de 2022, una patrulla de la Policía Local de San Antonio de Benagéber sorprendió a dos individuos encapuchados cuando salían de una parcela en la urbanización Colinas de San Antonio. Los agentes persiguieron a los sospechosos y pidieron apoyo a la Policía Local de Paterna, que respondió de inmediato a la solicitud de colaboración.
Pocos minutos después, una quincena de agentes cercaron una manzana de chalés. Los policías registraron todas las parcelas, una por una, hasta que descubrieron el lugar donde se había escondido uno de los ladrones: la caseta de la depuradora de una piscina.
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Una patrulla de la Policía Local de l'Eliana acudió también en apoyo de sus compañeros, pero el segundo individuo encapuchado corrió hacia el bosque y logró escapar. Su compinche no pudo zafarse de los policías y fue apresado tras un forcejeo.
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