El hombre que mató a su hermano en Canals pasó horas con el cadáver antes de suicidarse

En el primer piso de la casa aún permanece en la mañana de este martes el precinto policial y la puerta reventada por los agentes, que tuvieron que acceder a la vivienda después de que un vecino abriera una ventana en el patio de luces de otra casa y viera a un hombre que se había ahorcado. El primer testigo que dio la voz de alarma abrió una ventana «que llevaba años sin abrirse» mientras trataba de ventilar una casa tras una reforma y se encontró con el hombre que se había quitado la vida.

Además, aunque la autopsia deberá determinar con más exactitud la cronología de lo sucedido, los primeros indicios apuntan a que la pelea que desencadenó que Enrique apuñalara y golpeara a Luis pudo producirse en la noche del lunes e incluso el domingo. Por tanto, la hipótesis que se baraja con más fuerza es que el presunto asesino convivió varias horas con el cadáver de su hermano hasta que ya el lunes o incluso el propio martes a primera hora de la mañana decidió ahorcarse debajo de un pequeño patio con uralita.

Los agentes que rompieron la puerta para acceder a la vivienda se encontraron con sangre en diferentes estancias de la casa, indicios de que se había producido una pelea entre ambos. Al registrar la misma hallaron a Luis boca abajo entre dos camas con puñaladas en la espalda, golpes en la cabeza y en medio de un charco de sangre ya seca.

En la mañana de este martes los vecinos han recordado que en varias ocasiones tuvieron que llamar a la policía por las molestias y los ruidos a altas horas de la madrugada. «Incluso en una ocasión escuchamos cómo uno de ellos golpeaba con fuerza una bombona de butano, por lo que teníamos miedo de que pudiera haber explotado», ha explicado un vecino.

«A mí me llamó al timbre a las tres de la madrugada porque decía que se había olvidado las llaves y yo se lo recriminaba pero no cambiaban su actitud», ha explicado otro vecino. Además, han explicado que en la finca entraban y salían muchas personas con aspecto sospechoso: «Había gente que iba recogiendo colillas por la calle y luego entraba en la finca».

Fuentes policiales han recordado que en los últimos años acudieron en varias ocasiones a la vivienda pero siempre por cuestiones relacionadas con problemas de convivencia y ruidos.

Quienes les conocían han recordado que compraban grandes cantidades de alcohol, mayoritariamente cerveza, «y nada más cobrar la pensión se gastaban el dinero en máquinas tragaperras».

Muy lejos parecen quedar aquellos tiempos en los que Cecilia y Ricardo, conocido este último como 'el Flare', padres de cuatro hermanos, tres chicos (Ricardo, Enrique y Luis) y una chica, recorrían varios mercados ambulantes de la zona vendiendo ropa interior. Además, otro miembro de la familia también regentaba una tienda de ropa en otro punto de la localidad de la Costera.

Nada queda de esos años más felices. Con los padres ya fallecidos, ahora sólo queda viva una hermana quien, además, ha tenido problemas con la justicia al haber amenazado a un policía. Ricardo, el cuarto hermano, falleció en el año 2020 tras sufrir un infarto.