La lacra de la violencia machista vuelve a golpear la Comunitat. La Guardia Civil está investigando como un posible asesinato de género la muerte de Rosi, una vecina de Villena de 67 años que el viernes fue localizada sin vida en su casa. Su esposo y presunto autor del crimen, de 69, se había ahorcado.
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Vecinos y allegados de la víctima se han reunido en la tarde de este sábado para mostrar su repulsa y recordar con cariño a la mujer. Según fuentes conocedoras del caso, la víctima fue asfixiada, a tenor de los primeros indicios. La concentración se ha convocado a las seis de la tarde, en la Plaza de Santiago de la localidad. Han acudido algunos de los residentes en Villena y también autoridades y miembros de la corporación municipal.
Los primeros indicios apuntan a un caso criminal en el que el hombre, José María, habría acabado primero con la vida de Rosa María para luego suicidarse, un desenlace muy habitual en esta tipología homicida. La investigación comenzó después de que uno de los hijos de la pareja alertara al 112. Acababa de encontrar los cadáveres de sus padres en la vivienda familiar, una casa de campo de la partida rural de Peña Rubia.
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Aparentemente, la víctima no presentaba signos externos de violencia como golpes, cortes o disparos. De ahí que la Guardia Civil aguarde a la autopsia para aclarar de qué manera pudo el hombre haber acabado, presuntamente, con la vida de su esposa. En otros casos similares la causa de la muerte se ha establecida por estrangulamiento o asfixia por sofocacción, una de las hipótesis.
En el seno de la pareja no existían antecedentes de violencia de género en las bases de datos policiales. El matrimonio era muy conocido en el municipio alicantino de la comarca de l'Alt Vinalopó, de casi 34.000 habitantes. Habían regentado durante años un negocio.
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De confirmar la investigación el crimen machista, Rosi se convertiría en la tercera mujer asesinada a manos de su pareja en la Comunitat durante este año. Además, es el tercer crimen que encadena la provincia de Alicante en menos de un mes, después del hallazgo de un cuerpo descuartizado y del homicidio a golpes de un vecino de Gata de Gorgos por el que tres personas acabaron arrestadas.
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La lista negra de la violencia machista se abrió el pasado 6 de febrero, cuando una mujer de 44 años, Rocío de Palma, fue acuchillada en l'Alfàs del Pi, presuntamente a manos de su marido, Juan Vicente A. B., de 52. El hombre fue detenido tras el crimen.
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Más tarde, el 7 de junio, la barbarie conmocionó a los vecinos del municipio valenciano de Benaguasil. En esta ocasión, un hombre de 64 años acabó a disparos de escopeta con la vida de su mujer, de 55 años, y su hijo, de 26. El desenlace fue similar al de Villena. Se quitó la vida.
El Ayuntamiento de Villena ha decretado tres días de luto oficial. La muerte de Rosi ha causado una honda conmoción. El consistorio ha mostrado su «enérgico y absoluto rechazo a la violencia de género».
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El alcalde, Fulgencio Cerdán, ha ordenado, además, que las banderas del Ayuntamiento ondeen a media asta «en señal de protesta contra este nuevo crimen machista que ha acabado con la vida de una vecina de la localidad».
El primer edil ha instado a la sociedad, «por encima de toda otra consideración», a «cerrar filas contra la violencia machista, una lacra social insoportable, una situación impropia de sociedades modernas, justas y equitativas». Y ha urgido «nuevas medidas» ante el problema.
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