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Agentes de la Policía Científica inspeccionan el Porsche junto al que murió María del Carmen Martínez, un día después del crimen. EFE
María del Carmen Martínez | La viuda de la CAM recibió un tiro a quemarropa y los peritos no establecen la hora del ataque

La viuda de la CAM recibió un tiro a quemarropa y los peritos no establecen la hora del ataque

El otro disparo fue a entre 30 y 70 cm y los forenses fijan un intervalo de 30 minutos en la hora en que se produjeron los tiro

EFE / EUROPA PRESS

Alicante

Martes, 29 de octubre 2019

Uno de los dos disparos que recibió María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la antigua Caja del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala y asesinada en diciembre de 2016 en Alicante, fue a quemarropa y el otro se realizó a una distancia de entre 30 y 70 centímetros.

Así se ha expuesto en la undécima sesión del juicio con jurado por este asesinato, en la que se ha realizado una prueba pericial conjunta con las declaraciones de dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Alicante, de dos peritos de la defensa y del catedrático de Medicina Legal Fernando Verdú Pascual -que participó en las autopsias del crimen de Alcàsser-, a petición de la acusación particular.

María del Carmen Martínez murió la tarde del 9 de diciembre de 2016 tras sufrir dos disparos en la cabeza cuando iba a retirar su vehículo del lavadero del concesionario Novocar, propiedad entonces de la familia y que administraba uno de sus yernos, Miguel López, que es el único acusado en esta causa.

Los dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Alicante que han comparecido en la vista oral celebrada este martes fueron los que practicaron la autopsia a la viuda de Sala y han incidido en que no se puede concretar el tiempo de supervivencia de la víctima después de que hubiera recibido los dos disparos en la cabeza (sien y pómulo).

A este respecto, el catedrático Verdú Pascual ha apuntado la posibilidad de que ese periodo pudo haber durado unos 45 minutos, pero ha insistido en que no se puede especificar, mientras que los peritos de la defensa han planteado como hipótesis que la víctima pudo haber agonizado unos diez minutos.

Por otra parte, los dos médicos forenses han aclarado que tampoco se puede fijar la hora exacta en las que se produjeron los disparos. No obstante, según los peritos de la acusación particular y de la defensa, pudieron efectuarse en un intervalo que iría entre las 18.25 y las 18.55 horas.

La hora de la muerte y el tiempo que habría estado agonizando son fundamentales a la hora de sostener la coartada del acusado, yerno dela víctima del crimen.

Además, los expertos del Instituto de Medicina Legal de Alicante han descartado que la víctima muriera asfixiada por su propia sangre después de ser disparada y han recalcado que la causa de la muerte fue un shock hipovolémico.

También han revelado que uno de los dos proyectiles tuvo una dirección descendente y el otro, perpendicular.

A su vez, Verdú Pascual ha apuntado que la víctima pudo haber perdido el conocimiento tras recibir los dos disparos dentro de su vehículo, recuperar luego la consciencia y salir del coche.

La viuda de Sala permaneció apoyada a continuación en el turismo hasta que fue encontrada por uno de los empleados del concesionario.

La autopsia constata que uno de los disparos que presentaba el cadáver se llevó a cabo a una distancia de entre 30 y 70 centímetros y el otro se produjo a quemarropa (menos de 30 centímetros).

También indica que la víctima, de 72 años, sufrió el estallido de ambos globos oculares (hemorragia intensa) a consecuencia de al menos uno de los impactos de bala.

Igualmente, no se observan signos característicos de lucha o defensa por parte de María del Carmen Martínez y no se pueden precisar el orden de las heridas, aunque estas fueron seguidas.

En la vista oral se ha expuesto que la viuda de Sala estaba aún viva y balbuceando cuando llegó al lugar una unidad del Servicio de Atención Médica Urgente (Samu).

La Fiscalía y la acusación particular -que ejerce el hijo primogénito del matrimonio Sala Martínez, Vicente Sala Martínez-, solicitan para el procesado más de 24 años de cárcel por los presuntos delitos de asesinato y de tenencia ilícita de armas.

Mientras, el abogado defensor mantiene su inocencia y pide la libre absolución, al considerar que la acusación que pesa sobre él se basa en meros indicios sin valor probatorio.

La Policía sostuvo desde el principio que el móvil del asesinato era la disputa por el control del holding de las empresas familiares. Según esa tesis, Miguel López pretendía con la muerte de su suegra evitar que ella cediese al hijo mayor la llamada acción de oro de Samar Internacional SL., que le otorgaba poder decisorio en esta firma, del sector del plástico y con presencia también en Sudamérica.

Samar Internacional es considerada la 'joya de la corona' del grupo empresarial de esta familia y facturó cerca de 240 millones de euros en 2016.

Llamadas al 112

Por su parte, los forenses de la defensa Cesar Borobia y Bolivar Germán han asegurado en base a las fotografías y al informe de autopsia que la viuda del expresidente de la CAM murió asfixiada «por una gran hemorragia» y en poco tiempo porque que los disparos atravesaron la estructura de la mandíbula dañando, las arterias de la boca, los vasos sanguíneos, la carótida interna, «elementos que están detallados en la autopsia».

Además, han establecido que la velocidad del flujo de sangrado fue de 300 cm cúbicos por minuto, lo que colaboró en la rapidez de la muerte, además de la presión arterial de la víctima a la que contribuye su peso de más de 100 kilos.

Cesar Borobia ha explicado, a preguntas del letrado de la defensa, que para establecer el tiempo en el que tardó en fallecer la víctima, buscaron como patrón de referencia los horarios que refleja el teléfono del 112. El forense ha indicado que a las 18.55 horas se realizó la primera llamada al 112 desde el concesionario, en la que se describe que la víctima «se ha desmayado y está inconsciente».

A las 18.57 horas, prosigue el forense, se solicita de nuevo la ambulancia y se informa de que «está desmayada e inconsciente» y a las 19.05 horas los miembros del servicio de Soporte Vital Básico llaman al SAMU ya que no existen señales de realización de maniobras cardiopulmonares. «Esta es la cronología», han aseverado.

Boronat, a preguntas de la acusación particular, ha indicado que establecieron en la hora un margen de error de un 20 %, que «nosotros mismos nos hemos impuesto» -dos minutos antes o dos minutos después-, a efectos de poder disponer de cierta prudencia.

Por último, Verdú ha cuestionado a los forenses de la defensa de los que ha asegurado que «han hecho un ejercicio teórico de lo que se ha producido, no lo que se ha producido», a la vez que ha asegurado que las fotografías y el informe no permiten constatar ni la velocidad del sangrado, ni que hubiera habido lesiones en la vena carótida.

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