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Letrero para buscar un nuevo inquilino a un bajo comercial de Ruzafa. :: IRENE MARSILLA
La huida de los chinos deja los comercios de Ruzafa vacíos y hunde los precios de alquiler
Valencia

La huida de los chinos deja los comercios de Ruzafa vacíos y hunde los precios de alquiler

Medio centenar de locales quedaron sin uso tras la marcha de los empresarios a un polígono industrial en Manises

LOLA SORIANO

Jueves, 17 de noviembre 2011, 14:05

La crisis y la huida de los comerciantes chinos de los locales al por mayor de Ruzafa hacia el polígono industrial de Manises el pasado agosto ha hecho que los precios de alquiler de los bajos se hundan y bajen hasta un cincuenta por ciento. «Por un local de unos 150 ó 200 metros cuadrados hace años llegaban a pedir hasta 2.000 euros y ahora por 500 ó 600 euros ya puedes encontrar algunos», detalla Eugenio Giménez, presidente de la Asociación de Comerciantes de Ruzafa.

Los carteles de 'Se vende' o 'Se alquila' proliferan en más de cincuenta comercios donde antes levantaban la persiana almacenes de textil chino que abastecían a muchos de los vendedores que montan paradas en los mercaditos. En calles como Puerto Rico, por un local donde antes había un bazar de 150 metros cuadrados piden 550 euros al mes de alquiler, por otro más amplio de 500 metros en la misma calle, la renta es de 1.500 euros y en Cuba por uno de 120 metros cuadrados solicitan 900 euros.

Propietarios de los bajos, como Emilio Vañó, tienen ganas de que lleguen emprendedores. «Tengo un local de 230 metros cuadrados en la calle Cuba 51 que tenía alquilado a unos comerciantes chinos y se me ha quedado vacío hace un mes. Ahora los precios han bajado un cincuenta por ciento y los estoy arreglando un poco para ver si encuentro inquilino», indica.

Los vecinos de la zona aseguran que esta parte del barrio se ha quedado desangelada y tienen ganas de que lleguen nuevos comercios para dar vida a calles como Cuba, Puerto Rico, Denia, Buenos Aires, Cádiz o Pintor Gisbert.

Aunque cabe destacar que no son pocos los vecinos que opinan que desde que no están los almacenes de ropa, hay menos ruido, «porque de madrugada venían vehículos grandes a descargar mercancía y hacía mucho ruido. Pero es que, además, por el día, teníamos mucho problema con el tráfico porque venían furgonetas a cargar prendas y aparcaban hasta en tercer fila y a toda hora tenía el sonido del claxon metido en la cabeza», indica un residente de la calle Cuba.

Pero la caída de los precios también ha supuesto una oportunidad de negocio para algunos emprendedores que quieren echar raíces en Ruzafa. Ese es el caso, por ejemplo, de un joven que ya ha iniciado las reformas de un bajo comercial para abrir una cafetería. «Se llamará 'La Boba y el gato rancio' y será una cafetería, para desayunos, cañas y tapas», indica su propietario de 34 años. Este emprendedor argumenta que es vecino de Ruzafa, «y soy delineante, pero como el sector de la construcción ha quedado tocado, he apostado por montar el comercio que me gustaría tener debajo de mi casa, una propuesta de ambiente de día, una opción diferente a los pubes y ocio nocturno. Será un espacio para tomar algo y relajarse en un ambiente agradable y con vistas a un patio ajardinado». La idea es programar actividades culturales, como lectura de poesías o libros de otros géneros que aporten ese 'algo más' al barrio.

Casi al lado, en Cuba 57 abrirá la próxima semana otro negocio, que llevará por nombre 'Salt & Sugar' y que venderá frutos secos, dulces y chucherías. En este caso, también se trata de un vecino de Ruzafa que ha optado por un comercio que dará vida durante el día al barrio. Y en la calle Puerto Rico 36 se está instalando otro emprendedor, César Lopo, que va a montar un bar-restaurante donde antes había una tienda de ropa. «Se llamará 'El bouet' y queremos abrir para enero. Tendremos tapas elaboradas, vinos y cañas», según César Lopo. Este joven llevaba 15 años trabajando para la misma empresa, «en el sector de la construcción, pero al quedarme sin trabajo, voy a apostar por el autoempleo. Tengo 33 años y ya había trabajado en la hostelería». César detalla que fue consultando precios de locales, «y en Sueca, Literato Azorín y Cádiz pedían el triple. Y este local me ha gustado porque hace chaflán, tiene espacio para terraza y es luminoso».

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