Investigan los temblores en varios edificios de Barón de Cárcer

valencia. Los expertos de la Universitat Politècnica de València (UPV) y el Cuerpo de Bomberos de Valencia colaborarán para investigar las causas que han provocado temblores en varios edificios de la avenida Barón de Cárcer, según confirmaron ayer fuentes municipales.

Los movimientos se detectaron hace unos días en un edificio de la Generalitat situado en el número 36 de la vía, donde están ubicados las sedes territoriales de las consellerias de Bienestar Social y de Economía (hay una oficina del Servef) y en cuya explanada se sitúan los accesos a un aparcamiento que se inauguró en junio de 2012.

Ante esta situación, que se ha repetido en varias ocasiones, fuentes de la Generalitat explicaron ayer que se decidió contactar con la UPV para que los expertos del departamento de Física Aplicada iniciaran una investigación para determinar el origen de las sacudidas.

Las mismas fuentes señalaron que los técnicos de la Generalitat revisaron el inmueble y determinaron que «no hay peligro para la estabilidad» del edificio y, por tanto, para los trabajadores.

De forma paralela, los bomberos recibieron también varias llamadas de vecinos de edificios colindantes indicando que habían sentido los temblores. Sin embargo, en la inspección realizada por los agentes y por el servicio de Disciplina Urbanística «no se detectaron deficiencias estructurales ni ningún elemento que haga sospechar de movimientos en los edificios», detallaron desde el ayuntamiento. Por ello, los bomberos ofrecieron su colaboración a la UPV.

Ni la asociación de vendedores del mercado Central ni la de comerciantes del centro histórico han recibido avisos de sus socios en la zona sobre los temblores. Tampoco han notado ninguna anomalía los comercios situados junto al edificio de la Generalitat, como Galerías Martín o Casa Picó, donde tienen constancia de los movimientos «porque los empleados de las consellerias lo comentan pero nosotros no hemos notado nada».

El comentario es el mismo en un bar y en un local de productos dietéticos situados en los bajos de una de las fincas donde los vecinos alertaron a la Policía Local. «Quizás al estar en la planta baja no se aprecia», comentó el responsable de una cafetería. En la calle, muchas miradas hacia el edificio que alberga las sedes territoriales de dos consellerias y algún que otro peatón que instintivamente se retira cuando pasa por esta acera.

Una vecina del número 38 recordó que ya alertaron de «posibles problemas en el futuro» con la construcción del parking de Vinatea. De hecho, en 2009, la dirección general de Patrimonio ordenó la paralización temporal de las obras que estaban en marcha tras comprobar el agravamiento de las grietas existentes en el Colegio de la Seda. Esto obligo a que Patrimonio tuviera que actuar de urgencia para crear unas placas y tirantes metálicos de sujeción en la fachada, lo que supuso un desembolso de 35.000 euros.