Valencia detecta una decena de zonas con mosquito tigre y refuerza los tratamientos

La colocación de 300 trampas para detectar la presencia del mosquito tigre en Valencia han dado como resultado el hallazgo de ejemplares en una decena de zonas de la ciudad, según adelantaron ayer fuentes de la concejalía de Sanidad. El departamento que dirige la socialista Maite Girau decidió la primera semana de agosto colocar una red de detectores en jardines, solares y el entorno de acequias, todos lugares propicios para la cría y desarrollo de este insecto.

Esta variedad es la protagonista del verano en cuanto a plagas y quejas vecinales. Prácticamente en todos los municipios que rodean el cap i casal se han detectado casos, por lo que era cuestión de tiempo que saltaran el término municipal.

Las mismas fuentes indicaron que la primera localización se produjo en el Jardín Botánico, mientras que las semanas siguientes ha sido en Massarrojos, la avenida del Cid, las calles Islas Canarias, José Faus y Sogueros, esta última en el Carmen, entre otras ubicaciones.

De manera inmediata, los técnicos de la contrata municipal Lokímica han reforzado la fumigación, para acabar con los focos. «Después ya no se han vuelto a detectar más ejemplares, por lo que el tratamiento ha sido efectivo», indicaron las mismas fuentes.

El mosquito tigre está catalogado como una especie invasora procedente de Asia cuya expansión se ha debido al comercio internacional de mercancías, dado que anida en los neumáticos usados y en las plantas ornamentales.

Fue en el verano de 2004 cuando se detectó su presencia en España, en San Cugat del Vallés (Barcelona) y se ha ido extendiendo por toda la cuenca mediterránea. Puede transmitir enfermedades infecciosas pero en la Comunitat no ha trascendido que se hayan dado casos por su picadura.

Es la hembra la que pica ya que necesita las proteínas de la sangre para fecundar sus huevos, que son depositados en pequeños zonas de agua estancada que suelen estar en propiedades privadas. «La inmensa mayoría de intervenciones deben hacerse en estos lugares, lo que dificulta el trabajo de la contrata», precisaron, para citar como ejemplo que «sólo cuando es una cuestión de insalubridad evidente se puede».

«Es importante no confundir el mosquito tigre con otros pequeños insectos voladores llamados quironómidos. Estos no pican, aparecen al amanecer y atardecer en grandes cantidades formando nubes que duran unos días y no afectan a la salud pública», Por el contrario, el mosquito tigre sí pica, su picadura es dolorosa y es capaz de atravesar con su aguijón una prenda de ropa fina. «No forma nubes, vuela en solitario», apuntan como otra de sus características.

Este verano ha sido bastante irregular en Valencia, en el sentido de que «se han registrado días de mucho calor pero también lluvias. Esa combinación es perfecta para el desarrollo de los mosquitos». Por esa razón, antes de la temporada estival el Ayuntamiento decidió reforzar el tratamiento en las zonas más probables, como el alcantarillado y las acequias de la periferia.