Un punto negro en la avenida Pérez Galdós

La avenida de Pérez Galdós lleva décadas albergando un túnel que representa uno de los puntos negros de la ciudad. Accidentes constantes, contaminación ambiental, acústica e incluso muertes es el balance de una zona especialmente conflictiva, que ha llevado a vecinos y comerciantes, aglutinados en la plataforma 'Fuera túnel Pérez Galdós' puesta en marcha desde hace más de dos meses, a solicitar el tapiado de esta infraestructura.

Los integrantes de la plataforma, representados por la Mesa Coordinadora de la que forman parte José Tormo, Andrés Tormo, María Jesús del Río, Miguel Alegre y María José del Amor, han denunciado «una calidad de vida muy escasa». Y eso debido a las condiciones de una vía que «carece de árboles y cuenta con aceras estrechísimas», lo que se suma al hecho principal de tener un «largo túnel con dos carriles sin arcén y con sentido de circulación contrarios», que provoca repetidamente, según los vecinos, «una gran cantidad de atropellos de peatones, con muertes incluidas».

Aunque recientemente ya se reunieron con el concejal de Movilidad, Giusseppe Grezzi, a quien trasladaron su reivindicación; desde la plataforma 'Fuera túnel Pérez Galdós' han reclamado al Ayuntamiento de Valencia intervenir en la zona, aunque sea de manera provisional, para que se ejecuten algunas actuaciones, como la limitación de la velocidad de tráfico a 50 kilómetros por hora o la reducción del número de carriles. También han iniciado acciones para recoger firmas -de momento más de un millar-, con el objetivo de presentarlas a la administración.

Para los vecinos el túnel supone «hoy en día un auténtico sinsentido» porque la ciudad cuenta ya con rondas exteriores, como Bulevar Sud. «Hace más de 30 años con el objetivo de agilizar el tráfico se construyó el túnel para los camiones que venían de Alicante o Albacete. Con el Bulevar Sud ya no tiene sentido porque el tráfico más fuerte pasa por ahí», señalan desde la plataforma.

Los afectados aseguran que el paso de los coches por la infraestructura genera ruidos molestos que interfieren en el descanso. En concreto, y según datos que desde la propia plataforma han recabado con medidores de sonido, la contaminación acústica supera los 75 decibelios y queda «muy por encima de los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud». Por otro lado, la plataforma critica que el túnel ponga en jaque al tejido comercial de la zona. Así lo constataron propietarios de algunos de los establecimientos, como Sergio de Ferreterías Galdós, que calcula que sus ventas «se verían incrementadas hasta en un 30% con el túnel tapiado».

Discriminados

La situación para los residentes de la avenida y aledaños supone «una discriminación» con respecto a otras zonas de la ciudad de Valencia donde sí se ha intervenido para regular el tráfico rodado. El ejemplo más claro lo ven en las inmediaciones de Peris i Valero, donde sí se realizó una actuación para mejorar la avenida. «¿Acaso somos ciudadanos de segunda?», lamentó José Tormo, uno de los afectados.

En ese sentido, la plataforma solicita la elaboración y ejecución de un proyecto urbanístico «digno y de calidad, el mismo del que gozan el resto de vecinos de Valencia con bulevares y tráfico rodado, consensuado con los vecinos y comerciantes». Además, los afectados advirtieron de que si no se resuelve la situación darán un paso más a la recogida de firmas y ya barajan llegar a cortar la avenida Pérez Galdós, como medida de protesta, «para que todo el mundo sepa la problemática de los vecinos».