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Crecen las agresiones a jóvenes tras drogarlas

El Centro de Atención a Víctimas alerta de este método y demanda protocolos para detectar a tiempo las sustancias y poder probar el delito

J. A. M.

Viernes, 19 de febrero 2016, 23:57

«Se aprecia un aumento de hasta un 5% en las agresiones sexuales por sumisión química. El perfil es el de jóvenes que rondan los 20 años a las que el agresor coloca droga en la bebida al descuido. Después, ellas recuperan la conciencia en entornos desconocidos, confusas y asustadas, sin recordar qué ha sucedido». Quien lanza la advertencia es Beatriz De Mergelina, presidenta de CAVAS.

«Atendemos alrededor de media docena de casos al año relacionados con las agresiones por sumisión química» en Valencia. El último es el de una joven de 20 años al que un desconocido ofreció una consumición en un local de la ciudad. «Su siguiente recuerdo ya es en un descampado, en plena agresión sexual, con una percepción distorsionada de su agresor», describe. Otra víctima se vio en una situación similar. Estaba en una zona universitaria, indispuesta tras haber bebido. Un hombre se presentó para auxiliarla y «despertó en casa de un señor de unos 50 años, vestida con ropa que no era suya».

La experta estima que sustancias como la ketamina o burundanga, en combinación con alcohol, están detrás de estas agresiones y abusos en las que la víctima «no es capaz de controlar su voluntad y queda sumida en la confusión, a merced de los agresores».

El problema, describe, «es que son sustancias incoloras e insípidas que no se detectan». Su consejo a las jóvenes es claro: «si tomas una copa y bailas en cualquier pub o discoteca, no la pierdas de vista. Aceptar una invitación de un desconocido puede resultar arriesgado si no hemos visto cómo el camarero sirve la bebida en cuestión».

CAVAS ha pedido al decano de los jueces, Pedro Viguer, que se tenga en cuenta el problema de la sumisión química en los protocolos de actuación policial y judicial con víctimas de agresiones sexuales. «La detección temprana con análisis clínicos es una necesidad para poder probar estas agresiones. El principal error de las víctimas es ducharse, irse a dormir y dejar pasar los días pensando que no ha pasado nada porque no se acuerdan», alerta la psicóloga. «Algunas presentan lapsus de hasta cinco horas».

Otra tendencia que preocupa en el centro son las agresiones sexuales de jóvenes de 14 o 15 años a víctimas de edad similar. Chavales incapaces de asimilar la negativa de una chica a la relación sexual. «Es un signo evidente de que los comportamientos machistas siguen muy implantados en adolescentes».

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