Qué duda cabe de que la Estación del Norte no sólo es uno de los edificios más atractivos de Valencia. Es también exponente, de los mayores, del Modernismo en la ciudad. No en vano goza desde 1983 de la consideración de Bien de Interés Cultural ( ... BIC). Pese a todo, el histórico y monumental edificio, de manera cíclica sufre agravios que despiertan la crítica, cuando no la indignación de propios y extraños cuando contemplan no sólo obras que resultan llamativas, sino la presencia de bares o terrazas que despiertan dudas sobre la procedencia de su establecimiento en este entorno.
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La última –y no es la primera–, como informó ayer LAS PROVINCIAS, ha llegado al descubrir que se ha derribado un tramo de la histórica verja y el murete que la soporta en la parte recayente a la calle Castellón. Ante lo visto, se ha escuchado la voz del Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, Su responsable, César Guardeño, ha apuntado que el organismo que ha autorizado la intervención para seguir con las obras del cañon peatonal que ejecuta FGV–Metro Valencia– es el Ministerio de Cultura. Ante ello Guardeño ha anunciado que va a solicitar al departamento del Gobierno «las condiciones en las que se va a desarrollar la obra, si se va a reconstruir respetando el aspecto original y, sobre todo, si va a haber vigilancia del ministerio sobre cómo se ejecutan los trabajos».
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El especialista en patrimonio llama la atención sobre el hecho de que no exista, dado que el bien es BIC, un pronunciamiento por parte de los servicios de Patrimonio de la Generalitat y lamenta que siempre se actúa sin aviso, además de que se desconoce si habrá nuevos capítulos en esta historia.
La conversación de LAS PROVINCIAS con Guardeño sirve para recordar que no es la primera vez que la verja y el murete recubierto de 'trencadís' se han visto heridos. Tal es así que asegura que este es uno de los edificios «más afectados» por los desmanes que sufre el patrimonio arquitectónico. La lista de lo que pueden considerarse agravios con la Estación del Norte no se limita al derribo ahora en cuestión. Guardeño insiste en que «la estación es uno de los edificios más afectados, no sólo por esto. También por la presencia de terrazas, carteles o churrerías». El escenario que ofrecen los espacios rodeados por la verja donde desde 1917 se levanta el bello edificio concebido por Demetrio Ribes llevan al responsable del Círculo a apuntar que «más bien parece un centro comercial».
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