Agricultores y Ayuntamiento se enzarzan por la propiedad de la gola de Pujol

La gola de Pujol situada junto al mirador de la Albufera que ofrece cada tarde la bucólica imagen de la puesta de sol se convirtió ayer en motivo de discusión en el hemiciclo, donde se reunieron los arroceros y el vicealcalde y concejal de la Albufera, Sergi Campillo, en la sesión anual de la Junta de Desagüe.

Los agricultores anunciaron que van a estudiar si inician acciones para pleitear con el Ayuntamiento de Valencia la propiedad de esta gola. Aseguraron que fue una salida al mar que hicieron muchos años atrás y que, al parecer, «desde 1991 se produjo alguna gestión con el Consistorio para reducir los costes del IBI que se pudo traducir en que fuera en lugar de a nombre de la Junta de Desagüe, al del Consistorio», tal como explicó una componente. Incluso recordó que contaban con facturas de agua de los años 40 al nombre de la Junta de Desagüe y de los bancos hasta el año 1991.

Campillo explicó que había consultado a Patrimonio «y no hay lugar a duda de que la Devesa, incluida la gola de Pujol, es del Ayuntamiento, como consta en el Registro de la Propiedad». De hecho fue en 1911 cuando lo adquirió el Consistorio y matizó que otra cosa es que «lo gestione la Junta de Desagüe».

El secretario de este colectivo, José Fortea, apuntó que habían buscado un topógrafo y aparejador y pidió a los comuneros presentes opiniones para ver si veían bien pleitear el caso, y Campillo advirtió de que no se podía votar el asunto porque no estaba en el orden del día.

Un comunero preguntó sabiendo la respuesta que dé quién eran las otras dos golas (y el público respondió que de la Junta de Desagüe) y Campillo recordó que no sabía qué acuerdos se tomaron en los 90 «porque yo en esa época todavía estaba en el colegio», pero quiso aclarar que la propiedad era municipal.

Añadió que entendía que el colectivo quisiera aclarar la situación y pedir información, pero apuntó que dada su condición de concejal y vicealcalde «estoy obligado a defender los intereses municipales. No puedo avalar como vicealcalde ponernos en contra del Ayuntamiento». Y detalló que «la administración no puede despatrimonializarse, no se permite por ley».

Siguiendo este conflicto por la propiedad de la gola de Pujol, Campillo explicó que el proyecto que quieren realizar es un aparcamiento en la Devesa para mejorar la movilidad «porque muchas veces hay coches en segunda y tercera fila en la carretera de El Saler para acudir al mirador y hay que mejorar la seguridad. Se haría estudiando el tema con la Junta de Desagüe», a lo que un agricultor, Enric Bellido, de Sueca, contestó que «no nos dejáis arreglar acequias y queréis hacer un parking para los turistas».

Llegado este punto, un comunero opinó que Campillo tenía un conflicto de intereses, al ser miembro del gobierno local y a la vez presidir la Junta de Desagüe. El vicealcalde recordó que los estatutos de esta entidad contemplan que este órgano lo presida el alcalde y que Ribó lo delegó en él y añadió que de hecho las citaciones de la Fiscalía -por los temas de nivel del lago- le llegan a él como presidente.

Opinó que le encantaría que fuera un cargo honorífico «y no tener un control sobre esta Junta, pero no es lo que dicen los estatutos». Apuntó que «en la Junta de Gobierno ya he introducido la necesidad de adecuar los estatutos al siglo XXI. Tenéis que reflexionar cómo queréis conformar la Junta de Desagüe».

Dicho esto, añadió que «defiendo la idea de que no se entiende la Albufera sin el arroz. Sin lo arroceros y este cultivo no hubiera sobrevivido la Albufera» y se ofreció de enlace con las administraciones.

Algunos comuneros le pidieron más previsión en el desagüe de la Albufera antes de que lleguen los periodos de lluvias y recordaron que en la última DANA la situación de la Albufera fue crítica.