Puerta de acceso a la Biblioteca Joaquim Martí i Gadea. Irene Marsilla

Sin aire acondicionado en la biblioteca Joaquim Martí i Gadea por el robo de cables de cobre

El edificio de Na Rovella, sin refrigeración en plena ola color tras una sustracción

Gonzalo Bosch

Valencia

Sábado, 22 de junio 2024, 01:54

La biblioteca Joaquim Martí i Gadea, del barrio de Na Rovella, ha sufrido esta semana el robo de una serie de cables de cobre, comprometiendo así el sistema de aire acondicionado del edificio. El Ayuntamiento fue conocedor de la situación el mismo momento en ... el que los técnicos de la biblioteca, en sus intentos de hacer uso de la refrigeración, se percataron de la sustracción. La situación preocupa, sobre todo, porque Valencia acaba de iniciar el verano y las temperaturas son cada vez más altas.

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El Ayuntamiento ha informado a LAS PROVINCIAS que los hechos ya han sido denunciados ante la Policía. Además, el Consistorio ha explicado que el sistema no se ha visto comprometido sólo por la falta del cableado necesario para que funcione, sino también porque la extracción se realizó con violencia, y la propia maquinaria ha sufrido daños, según los análisis de las autoridades. Hasta ahora no hay avances para conocer quiénes fueron los responsables del robo.

Fuentes del Ayuntamiento han explicado, además, que al tratarse de un robo, los arreglos necesarios se deben de llevar a cabo por medio del seguro contratado por la propia Casa Consistorial. Por ello, la Administración ha afirmado que ha solicitado a la empresa de seguros que se trabaje «de la manera más rápida posible para arreglar la avería», ya que las temperaturas en Valencia cada día son más altas y el edificio es de uso habitual por estudiantes que aprovechan sus salas para preparar sus exámenes y trabajos, además de los técnicos que trabajan allí cada día.

Mientras se soluciona la situación, los técnicos han distribuido numerosos ventiladores entre las distintas salas para tratar de aliviar un calor cada vez más sofocante. Los estudiantes que acuden cada día a este edificio afirman que el calor «de momento se aguanta gracias a los ventiladores que nos han puesto», como cuenta una joven y su amiga, que preparan el próximo examen MIR. «También es cierto que para que corra más el aire dejan todas las puertas abiertas, entonces hay más ruido del habitual», comenta la misma joven.

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Sin embargo, a las estudiantes les preocupa cómo vaya a evolucionar el calor, sobre todo cada día que el calendario avanza, se acerque el mes de julio y el problema no se haya solucionado: «La verdad es que no nos hemos planteado ir a otras bibliotecas, esta nos pilla cerca de casa y perdemos poco tiempo en el desplazamiento. Esta es la que mejor nos viene».

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