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Último día de luto oficial en la Comunitat, pero las muestras de dolor y cariño por el incendio en un edificio de Campanar se siguen sucediendo de manera improvisada. En los alrededores del suceso, en la avenida General Avilés, se ha instalado un pequeño altar con flores, muñecos de peluche, alguna vela e incluso unas pequeñas zapatillas blancas de niño, que prenden del poste de una señal de tráfico. También hay dibujos hechos por los más pequeños de la zona, que tratan de recordar a las víctimas que han perdido la vida en el incendio.
«Es una muestra de humanidad», señalaban quienes a primera hora iban dejando pequeños recuerdos en señal de respeto y cariño. Numerosos curiosos se han seguido acercando hasta el entorno del terrible suceso, la mayoría en señal de respeto a las víctimas. Pero también personas que quieren ver el estado en el que ha quedado el edficio y fotografiarlo. Centenares de vecinos del barrio y de otros que se desplazan hasta Campanar para mostrar su respeto y ver el estado del edificio.
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Una torre en la que todavía este domingo trabajaban algunos efectivos de bomberos, limpiando algunas zonas de la fachada que se pueden desprender con el fuerte aire que todavía sopla en Valencia. La zona, que continúa acordonada, sigue prensentando numerosos restos de aluminio de la fachada que volaron en las primeras horas del incendio. Algunas, de gran tamaño, que permanecen en un solar frente a la finca, en el que aún aún enseres de un circo.
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