La crisis abierta con la ampliación de la V-21 por ocupar huerta pasa a un segundo plano

Fue uno de los debates más polémicos a finales del pasado año, aunque poco a poco se ha ido deshinchando. La ampliación de la V-21 entre Port Saplaya y Valencia fue solventado ayer como un asunto más por parte del Ayuntamiento de Valencia, mientras que el Ministerio de Fomento ni siquiera mencionó el proyecto en su comunicación. El Gobierno ya ha adjudicado las obras para ganar un carril más por sentido, por lo que es improbable que considere rehacer el encargo para ocupar menos huerta.

Aún así, queda la incógnita de comprobar si el Ministerio hará caso a la alternativa planteada por Ribó, descartada por sus socios de gobierno de València en Comú y que es defendida con bastante tibieza por el grupo socialista. El primer edil habló de la posibilidad de modificar la ampliación de la V-21 «de manera que consigamos mejorar dicha infraestructura sin tener que arrasar a su paso con la huerta, de un valor patrimonial, ambiental y económico incalculables».

Otros asuntos relevantes tratados en el encuentro fueron las ayudas al transporte metropolitano bajo un contrato programa. El alcalde recordó que al área metropolitana de València le corresponde una asignación al menos de 38 millones de euros, para equipararse a las subvenciones que reciben otras áreas como Madrid o Barcelona. Recordó que «ahora existe de nuevo una autoridad metropolitana, con lo que ya se está en disposición para que en los próximos Presupuestos Generales del Estado se asigne».