Jardineras y bancos del antiguo circuito de F-1 serán reutilizados en la plaza San Agustín

De servir como parte de la urbanización provisional de la Marina durante la etapa en que se convertía cada año en un circuito de Fórmula 1 a facilitar la peatonalización de la plaza de San Agustín. Ese es el destino de las jardineras y bancos que serán trasladados desde la dársena hasta el centro una vez que la comisión de Patrimonio apruebe el proyecto esta semana.

El documento, al que tuvo acceso ayer LAS PROVINCIAS, constata la peatonalización provisional que se hará en esta plaza, sin apenas obras y para permitir la distancia social en el poscovid que se inicia este lunes. En síntesis, se cerrará al tráfico la parte central y la próxima a la iglesia, mientras que se dejará abierto a la circulación tres carriles hacia la avenida del Oeste y la calle San Vicente Mártir.

Fuentes de la concejalía de Desarrollo Urbano, impulsora de esta iniciativa, indicaron que la premisa es que se trate de intervenciones de bajo coste, por lo que se reutilizan materiales como los bancos y jardineras de la Marina. El Consorcio Valencia 2007 ya ha aprobado el traslado, que en el caso de los primeros será menor porque carecen de respaldo. La intención es combinarlos con otros que sí lo tengan.

De la misma manera se hará en la plaza Pintor Segrelles, próxima a la Finca Roja, otra de las peatonalizaciones que obligarán a eliminar estacionamiento y modificar algunos itinerarios. En el primer caso, la actuación será compatible con el concurso de proyecto con intervención de jurado que servirá para la reurbanización de San Agustín, la avenida del Oeste y San Vicente.

El ámbito de actuación está formado por dos dársenas de la EMT pavimentadas con baldosa hidráulica de color gris y varios carriles de circulación, a una cota inferior a las paradas y ejecutados con aglomerado. Las mismas fuentes indicaron la posibilidad de mantener las marquesinas de los autobuses, con el objeto de minimizar las obras.

Uno de los problemas es la falta de zonas de sombra que quedará en la plaza, debido sobre todo a la presencia de un aparcamiento subterráneo que hace imposible cualquier excavación. Además, introducir cualquier elemento junto a la iglesia de San Agustín supondría retrasar el proyecto por la obligación de nuevos informes de Patrimonio. Además de las marquesinas, también hay ocho jardineras en una de las aceras, la mayoría de ellas sin vegetación, algunos metros de vallado acristalado y varias papeleras.

La solución adoptada prevé el recrecido de las zonas que actualmente forman la calzada, para conseguir que la plataforma se integre evitando desniveles que dificultan la movilidad peatonal. El material será el hormigón con acabado de color gris.

Se dejará libre de mobiliario la zona entre la acera de San Agustín y la primera dársena para permitir, en caso de necesidad, la entrada de vehículos de emergencia. En el resto del perímetro no delimitido por bordillo o no afectado por los pasos de peatones, se instalará un vallado que proteja y separe la zona peatonal de la zona destinada a tráfico. El plazo de ejecución se estima en un mes con un presupuesto de 64.095 euros.

Pese a la intención de la concejalía de Movilidad de incluir la ampliación de una de las aceras de la calle San Vicente Mártir, entre la calle Xàtiva y la plaza de España, en esta iniciativa, lo cierto es que no aparece en el proyecto. La intención es la misma, es decir, aumentar la distancia social entre los peatones para reducir el riesgo de contagio por coronavirus. A medio plazo se harán actuaciones similares en Pérez Galdós, Giorgeta y la avenida del Puerto, con reduc ción de carriles en todos los casos.