«La EMT no elabora los arqueos de la caja de metálico con periodicidad semanal, cuestión que puede suponer la existencia de pagos realizados no registrados. Además, esto implica un riesgo de que algunas incidencias sobre el efectivo puedan pasar desapercibidas durante el ejercicio». Nuevo varapalo de la auditoría externa a la EMT, en este caso sobre la caja en efectivo. Además, la empresa expresa dudas respecto a la conciliación bancaria, el método que habría permitido detectar el fraude que terminó con cuatro millones de euros de dinero público en dos cuentas del Bank of China en Hong Kong. «Recomendamos para todas las conciliaciones mensuales que la entidad emplee la firma electrónica y se deje constancia así en todos los meses de la identidad de la persona que aprueba la conciliación y la fecha en la que se produce la conformidad», indica el documento.
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Pero la revisión diaria de la caja no es el único procedimiento que habría evitado el fraude. También lo habría sido que una única persona, Celia Zafra, la directiva despedida, no acumulara las funciones de pagar y contabilizar los pagos. También tiene algo que decir la auditoría sobre esto: «Se debería garantizar una adecuada segregación de funciones, de forma que la persona encargada de insertar el proveedor en el sistema, del registro la factura y el importe a pagar no sea la misma persona que posteriormente prepara el fichero de pagos».
La portavoz del grupo municipal popular, María José Catalá, indicó ayer que el documento «muestra que Grezzi y su equipo directivo siguen sin dotar a empresa de protocolos de seguridad». «Los auditores insisten en que no están definidos los roles del personal de administración y contable, en que son necesarias inversiones para mejorar la ciberseguridad, en que deberían de mejorar el tratamiento de presupuestos asociados al proceso de compras. Pero pese a ello, alcalde Ribo y su concejal Grezzi siguen en su empeño de que la empresa malgaste sus recursos en chapuzas como la de la plaza del Ayuntamiento, o en gastarse 14 millones en cambiar las marquesinas y los postes informativos de las paradas cuando han tenido que pedir un préstamo de 27 millones de euros para acabar el año», lamentó Catalá.
«La autoría nos parece preocupante porque refrenda que la gestión en la EMT de Grezzi no ha cambiado tras la estafa del mes de septiembre. Además, pensamos que más allá de las recomendaciones que se recogen en esta auditoría encargada por la propia empresa, tiene que ser la Intervención Municipal la que haga un diagnóstico real de la situación financiera de la EMT», aseguró la portavoz municipal del PP en el Consistorio.
La oposición en el Ayuntamiento se fracturó ayer al votar Ciudadanos con el equipo de Gobierno el otorgamiento del aval del Consistorio al crédito que va a pedir la EMT de 27,2 millones para paliar las pérdidas provocadas por la pandemia y llegar al menos a final de año. El voto positivo de los de Fernando Giner le valió incluso un agradecimiento del presidente de la empresa, Giuseppe Grezzi.
PP y Vox, por tanto, se quedaron solos en su negativa a apoyar la decisión municipal. Ciudadanos consideró, en palabras de su portavoz, que el crédito era la única solución a la complicada situación financiera que vive la entidad, pero exigió la salida de Josep Enric Garcia Alemany de la gerencia de la misma así como un plan de viabilidad a largo plazo. Nada de esto se ha cumplido, al menos de momento. «Vamos a evitar el colapso de la EMT por responsabilidad. Valencia no puede retroceder en sosteniblidad y debe tener un transporte público de calidad», dijo el portavoz municipal de Ciudadanos.
Por su parte, su homónima en el PP, María José Catalá, pidió que la Intervención Municipal se encargara de la gestión de la EMT para asegurar su supervivencia: «La falta de diligencia en su gestión roza la administración desleal». El concejal de Vox Vicente Montáñez ejempificó con un USB de un autobús de la EMT y un vaso de café la forma en que los maceteros de la Plaza «han aplastado» a la empresa municipal.
El alcalde, Joan Ribó, volvió a reclamar ayudas al Gobierno del Estado, y exigió que se destine parte del fondo que llegará de la Unión Europea para el transporte público municipal. «En este momento, las únicas ciudades que han recibido una ayuda han sido Madrid y Barcelona a través de sus entidades de transporte metropolitano. Un trato claramente discriminatorio hacia los valencianos», reiteró Ribó.
Mientras, la empresa sacó pecho del resultado de la auditoría, que se aprobará en un consejo de administración el lunes que viene. Tras analizar el sistema de pagos en la empresa, los auditores constatan «que el proceso dispone de firmas mancomunadas que lo dotan de seguridad.
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Así, certifica que una vez cargadas las órdenes de pago en la banca online por parte de la directora de administración, la directora de gestión y el director gerente, que disponen de firmas mancomunadas, ordenan el pago», apuntó la empresa en un comunicado, que destacó que los auditores aseguran que se ha comprobado este tipo de pago con respecto a las facturas que conforman el expediente de contratación, «sin que se hayan detectado incidencias», concluyen.
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