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LOLA SORIANO
Valencia
Sábado, 2 de julio 2022, 00:52
Una vez terminadas las obras impulsadas por el Ayuntamiento de Valencia, la remodelada plaza del Mercado se va llenando de actividad, pero son muchos los ... residentes y comerciantes que opinan que ahora lo que toca es ordenar los usos para que no acabe siendo una plaza donde todo vale.
Como una imagen vale más que mil palabras, no hay más que ver la avalancha de bicicletas que se han empezado a detectar en entornos como la plaza del Mercado, la de Brujas y a veces, en la plaza de la Virgen.
La amplitud del espacio libre está 'invitando' de forma periódica a que los usuarios de bicicletas, fundamentalmente de rutas guiadas para turistas, circulen por todos estos puntos en todas las direcciones e incluso que aparquen en masa restando espacio a los viandantes que pensaban que con la reforma de estas plazas iban a conquistar nuevos espacios para el paseo o esparcimiento.
Uno de los comerciantes que está en la propia plaza del Mercado y está siendo testigo directo de la avalancha de estos vehículos de dos ruedas, es Alberto Maxia, propietario del negocio de prendas vintage de marca Mon Petir Secret.
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«Nos hemos pasado muchos meses con las obras en la puerta del negocio y los clientes tenían muy complicado llegar. Y ahora resulta que estamos viendo que la plaza del Mercado se ha convertido en el punto donde todos paran con vehículos».
Precisamente explica que el sábado 25 se quedó totalmente sorprendido cuando «me asomé a la puerta de la tienda y me encontré todo el espacio próximo a la concejalía de Comercio y a las escaleras nuevas de Les Covetes de los Santos Juanes, repleto de bicis aparcadas».
Afirma que «se llegaron a juntar más de medio centenar y no me pude resistir a hacer fotos, para que quede inmortalizado. Pienso que esto no es normal».
Al parecer, los usuarios de estas bicis, dejaron los vehículos entre media hora y una hora para ver monumentos y entrar al Mercado Central y la plaza se convirtió en un expositor.
Alberto añade que si bien no había visto antes una presencia tan masiva, el riesgo es que sea cada vez más frecuente.
Afirma que «otro día me encontré unas bicis en tirereta aparcadas en la misma fachada de la Lonja y las ruedas estaban a muy escasa distancia de la piedra».
Su indignación es tal que ya ha utilizado las redes sociales para escribir a la Unesco. «Si hablan de proteger la Lonja como Patrimonio de la Humanidad y luego nadie se encarga de cuidarlo, no avanzamos».
Otra comerciante, Amparo Trilles, que tiene una tienda de decoración y cestería explica que su hermano se quedó sorprendido al ver tanta bici aquel día, pero espera que fuera algo puntual. «Lógicamente los comercios lo que necesitamos es que vengan los turistas y que lleguen con facilidad, pero igual habría que advertir a las empresas que les alquilan las bicis las normas y consejos para que aparquen bien».
Trilles reconoce que «lo que pasa es que cuando paran media horita, al final lo que buscan son puntos de sombra, por eso a veces están delante de la Lonja». Esta joven aboga porque lleguen los turistas, «pero habrá que ir viendo los correctos usos de la plaza del Mercado».
Desde la asociación de Comerciantes del Centro Histórico, creen que ha sido un hecho puntual, pero explican que «habría que plantear dónde poner más aparcabicis, como por ejemplo en la plaza de Brujas. Ya se lo hemos transmitido al concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi».
Lluis Mira, de la asociación vecinal Amics del Carme, también ha visto esta presencia masiva de bicis. «Muchos días las aparcan en hilera y se juntan muchas y también he visto grupos muy grandes en bici», indica Mira.
La imagen de este viernes también mostraba varios tours de bicis en la plaza del Mercado y la Lonja, mientras unos circulaban en grupo, otros paraban para escuchar la explicación histórica. Y algunos guías consultados reconocen que «aunque el límite de grupo en bici es de 15 personas, a veces sí vemos algunos con más gente», indica Ana Galera.
Los comerciantes también están viendo con frecuencia furgonetas de reparto que aparcan por toda la zona. «Dos días distintos he llegado a hacer fotos de un camión de reparto de bombonas de butano aparcado a poca distancia de la Lonja, algo que no me parece de recibo y no veo Policía que ponga orden o advierta que eso no puede ser», explica Maxia.
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