Los arcos chinos se difuminan

La vicealcaldesa Sandra Gómez anunció ayer una encomienda a Xavi Calvo, director general de World Design Capital Valencia 2022, para que realicen una propuesta «elegante e integradora con el paisaje» en relación a la instalación de sendos arcos chinos en el barrio de la Roqueta, en la zona de Pelayo. La concejala se reunió también con representantes de la plataforma vecinal y de comerciantes Salvem la Roqueta, que se opone a las portadas orientales.

Gómez insistió en la decisión refrendada en el pleno del Ayuntamiento del pasado jueves, en el sentido de que se mantendrá la inversión de 14.000 euros aprobada en los presupuestos participativos. «Vamos a escuchar, hay que hacerlo con todas las partes, pero debemos tener en cuenta que salió adelante en el proceso de participación ciudadana y sería un precedente muy peligroso dar marcha atrás en el proyecto, podría abrir o cuestionar la mayoría de los que salgan a partir de ahora», dijo.

«Dicho esto, no quiere decir que las imágenes que he visto que han salido en algunos medios sean reales, nada más lejos de la realidad. De hecho, mantuve una reunión con el representante de Valencia Capital del Diseño 2022 y les hemos encomendado que nos hagan una propuesta que sea elegante e integradora con todo el paisaje».

Para Gómez, el resultado de esta colaboración, puede ser «desde un elemento o un símbolo, un pequeño arco, una placa, o cualquier cuestión que dé respuesta al proceso de participación ciudadana, que sea una integración elegante y acorde a los criterios paisajísticos de la zona».

«Quiero recordar que el plan de Ciutat Vella protege todo ese entorno y cualquier decisión que se tome debe tener en cuenta la comisión de Patrimonio. No cabe cualquier cosa, como lo que he visto en alguna simulación», insistió. El gasto previsto para los polémicas arcos chinos asciende a 14.000 euros.

«No hay nada aprobado y cualquier cosa que se haga estará hablado y será una integración elegante con el entorno», finalizó. La propuesta del Decidim VCL logró 342 votos, mientras que la plataforma creada en contra suma un millar de firmas que presentará en el Ayuntamiento. La oposición se basa en que contribuirá a que el barrio de la Roqueta, conocida como la zona de Pelayo, tenga imagen de gueto.

Los arcos fueron propuestos por primer ves para ubicarlos en las calles Convento Jerusalén y Pelayo, aunque el Ayuntamiento ha rechazado estas operaciones por estar en la influencia de la declaración de Ciutat Vella como zona protegida. La vicealcaldesa precisó que todavía no se ha abierto el expediente, para decir que todo se hará con el «máximo consenso». Entendidos como punto de atracción turística, pronto surgió un movimiento de oposición, al considerar vecinos y comerciantes que la zona de Pelayo no debía tematizarse de esa manera. Además, la Federació de Pilota ha pedido también alguna referencia al trinquet.